jueves, 16 de abril de 2020

Ilusión por un nuevo proyecto


¡Hola de nuevo! 

Hoy traigo grandes noticias. Ha ocurrido algo realmente bueno para mí y tengo muchas ganas de contároslo. Como habéis leído en el título, me he embarcado en un nuevo proyecto. Sé que no es la primera vez que digo esto, pero esta es distinta.

Todos los proyectos que había empezado podían ser medio decentes, pero nunca me sentía del todo cómoda. No fluía, veía problemas a todo y no me sentía segura. No lo estaba haciendo bien, y era porque lo estaba forzando. Las ideas que tenía y con las que estaba trabajando eran un poco artificiales, de un género que me gusta leer pero que nunca me he sentido cómoda escribiendo: la intriga. Sí, tenía una idea medio buena pero había cabos sueltos por todas partes y no la sentía del todo "mía". Siempre supuse que cuando me llegara la hora de escribir seriamente podría incluir todo lo que tengo en mi cabeza: psicología, filosofía, amor, aventuras, drama, algo de comedia... Creo que estaba tan focalizada en "tener algo ya" que olvidé darle sentido y ponerle alma, así que inevitablemente me bloqueé y empecé a odiar lo que estaba creando. Tengo muchas páginas de datos y apuntes esenciales para la historia, sin embargo aún no había empezado a escribir, no daba con la frase perfecta. El bloqueo se convirtió en frustración y las circunstancias actuales por las que estamos pasando todos más las mías añadidas empezaron a afectarme mucho y empecé a sentirme mal de verdad.

¿Por qué no estaba siendo capaz de seguir mi sueño? ¿Por qué me resultaba tan difícil hacer algo que amo? ¿Por qué no me sentía segura? 



Retrocedamos unos meses en el tiempo

Hace unos meses os propuse un ejercicio sobre crear personajes, os lo dejo por aquí. Un día practicando nació uno en concreto del que no hablaré hoy. Por alguna razón me gustó mucho y conforme escribía sobre él iban apareciendo otros personajes, una historia, unas circunstancias... Tenía ante mi una gran posibilidad, había empezado algo pero no sabía cómo desarrollarlo, lo único que tenía claro era la imagen de tres o cuatro personajes que sabía que serían importantes. Pasé bastante tiempo devanándome los sesos imaginando, buscando tramas, entrecruzando ideas, pero nada me convencía. Así que poco a poco fui olvidando la idea y guardé a mis personajes en mi "cajón" con la esperanza de poder sacarlos algún día.

Al principio de esta semana tuve un sueño muy extraño, fantasioso y colorido. Cuando desperté pensé "oh que guay, podría hacer algo con esto" y estuve recordándolo durante todo el día. Incluso lo escribí en un cuaderno para no olvidar ningún detalle. De repente recordé a mis personajes olvidados. Los saqué del cajón y vi que el resultado tenía bastante sentido, que era una idea buena y con potencial pero aún me faltaba algo. 

Algo obsesionada de repente vi la luz. Tenía todas las piezas pero había algo que me faltaba: un protagonista. Por alguna razón en ese momento todo fluyó casi mágicamente, todo cuadraba a la perfección y me di cuenta de que por fin tenía ante mí la idea que llevo prácticamente toda mi vida buscando. Me inundó un sentimiento de plenitud en ese momento, sentí adrenalina corriendo por mis brazos que me llevaban directamente al teclado. Dejé de lado todas mis obligaciones y empecé a atar cabos y más cabos hasta que supe exactamente cómo empezar... y lo hice. Pasé todo el día sentada frente a mi portátil escribiendo, pensando, escribiendo, y disfruté, disfruté tanto que todas las dudas que tenía sobre mí misma se disiparon y algo en mi corazón me dijo que realmente he nacido para esto. 

Y ahora que os he contado esto quiero deciros algo:

Puede que no sea la J.K. Rowling de 2020, no tengo muchos conocimientos sobre narración y soy consciente de que cometo muchos errores. Hay cosas en mí que debo solucionar para poder trabajar con calidad y sobre todo tengo ciertas desventajas con respecto a otros escritores noveles. Pero tengo clara una cosa: esta idea me ha llenado de optimismo en un momento de desánimo muy grande y no voy a darle la espalda. Voy a hacer todo lo necesario para ejecutarla y quiero dar lo mejor de mí en cada letra. Lo tengo claro, más que nunca. Éste es mi momento y éste es el camino. 

viernes, 10 de abril de 2020

Recuerdos de Semana Santa


¡Hola a todos! Ojalá os sigáis encontrando bien y permanezcáis fuertes.

Hoy voy a empezar diciendo que me he abierto una cuenta en twitter: @EscribeViale. Quiero estar activa en las redes sociales y me encantará estar en contacto con vosotros, ¡seguidme!

Estamos entrando en la Semana Santa, una fiesta religiosa que conmemora los últimos días de la vida de Cristo, su muerte, resurrección y ascenso al cielo. Aunque he estudiado en colegios católicos, no me considero religiosa, sin embargo tengo muy buenos recuerdos de la Semana Santa que me gustaría compartir con vosotros.

Muchas personas que conozco, al igual que una gran cantidad de fieles, acuden cada año a ver las procesiones. Dejando a parte el hecho del dramatismo y el sadismo implícito en las figuras que representan esas escenas tan macabras, pueden ser bellas en el sentido artístico. Mucha gente disfruta de esto pero yo nunca lo he hecho. Siendo sincera, nunca he visto una procesión.

Recuerdo los días previos a las vacaciones de Semana Santa durante mi niñez, en el colegio. Veíamos películas, se celebraban misas y disfrutábamos de actividades con esta temática en algunas asignaturas. Todavía me acuerdo de las canciones que nos enseñaban en inglés (más o menos).

Lo que sin duda más me ha gustado siempre ha sido el domingo de Pascua. Solía ir a mi pueblo con mis padres, donde estaban todos mis primos. Mi tía-abuela compraba huevos de chocolate envueltos en papel de colores y los escondía por el campo sin que nos diéramos cuenta. Un rato después decía: "¡Han pasado las campanas!" y nosotros, desde nuestra feliz ignorancia, salíamos como locos a buscar los huevos. 
La "caza de los huevos" es una costumbre que se lleva a cabo en muchos países, pero lo de las campanas viene de Francia. En Francia suenan campanas todos los días excepto los días desde el jueves Santo hasta el sábado. Se dice que las campanas "se van" a Roma para llevarse la miseria y ser bendecidas por el Papa, y vuelven el domingo de Pascua, cargadas de fortuna y buena suerte para el próximo año. 

Este año no podemos disfrutar de la Semana Santa por el problema que estamos viviendo, pero siempre nos quedan los recuerdos de fiestas pasadas, especialmente durante nuestra infancia. Busquemos entre nuestra memoria nuestros recuerdos más felices. ¿Cuáles son los vuestros? ¡Contadme vuestros recuerdos más especiales de Semana Santa!

¡Felices fiestas!

viernes, 3 de abril de 2020

Desgranando... "A Kind of Magic"


¡Saludos, mis queridos lectores! 

La semanas van pasando y seguimos recluidos, cada vez más aburridos y en algunos casos enloqueciendo un poco, sin embargo parece que la situación va mejorando. No voy a contaros nada que no sepáis, pero me gustaría lanzaros a todos un mensaje de ánimo y mucha fuerza, especialmente a todos los que se llevan la peor parte. Por mucho que se alargue la situación, siempre debemos dar las gracias por lo bueno que permanece con nosotros, preservarlo y cuidarlo. Pronto todo este sufrimiento quedará atrás y podremos recordarlo como un capítulo más en nuestras vidas.

Me gustaría pensar que la mayoría estamos aprovechando para estrechar lazos con la lectura ya que disponemos de más tiempo libre para ello. Este ha sido mi caso, me considero una lectora "hambrienta" y no estoy desperdiciando el confinamiento. Gracias a esta situación he tenido la oportunidad de centrarme en algo que llevo leyendo unos meses, que por obstáculos cotidianos no podía emplear el tiempo que me hubiera gustado y hoy por fin os traigo.

¿Quién no ha sentido jamás la llamada de un libro? ¿Quién no ha soñado con magia y princesas? ¿Quién no ha deseado nunca escapar de este mundo para empezar una nueva vida en un reino de fantasía? Si te has sentido identificado, esta historia es para ti. Os presento la saga A Kind of Magic.



A Kind of Magic es una triología romántica-fantástica, lo que a voz de pronto puede percibirse como "lectura juvenil". Sin embargo va más allá, realmente es una saga en la que nada es lo que parece. 
Su autora, S.S.G. Danvers escribió esta saga de tres libros hace algunos años y, tras ser rechazados por varias editoriales, finalmente se decidió a autopublicar su obra en Amazon hace tan solo unos meses. De momento estos son sus únicos títulos disponibles, y realmente no tienen desperdicio.

La historia trata sobre Melania, una chica de 17 años que viaja a través de un libro a un mundo donde la magia está presente, así como magos, elfos, hadas, y otras criaturas fantásticas. En el momento de su llega es recibida por el rey del territorio de los humanos de dicho mundo, y éste le comunica que ha sido elegida para ser la futura reina. Hasta que ese momento llegue, Melania deberá ser la princesa, vivir en palacio y aprender todo lo que una reina debe saber para ser una buena reina. Por supuesto, nada será tan bonito como parecía en un principio.

Danvers transmite desde el principio la personalidad de Melania de una manera clara y transparente. La protagonista es tan solo una adolescente al comienzo de la historia, con los pensamientos y actitudes propios de la edad. Durante el primer libro, La Chica que Viajó, este rasgo es bastante notable por lo que da lugar a cierta confusión. Durante los primeros capítulos tenía la sensación de que la historia me la estaba contando una chica de 17 años y bueno... no me equivocaba. Sin embargo veo necesario profundizar en este aspecto porque parece que estoy haciendo una crítica y no es así. Por supuesto, Melania tiene 17 años y está narrando una historia, por lo tanto se va a expresar tal y como es. Me di cuenta de esto conforme la historia avanzaba, especialmente durante los siguientes libros. En el segundo libro (La Joven que Aprendió) Melania emprende un viaje que necesita para "salir del cascarón" y aprender más allá de lo que le enseñan los profesores y los libros. Todo este aprendizaje culmina en el tercer libro, La Mujer que Venció, en el que debe enfrentarse a su destino y cumplir así el propósito de su llegada a ese mundo mágico. Durante toda la historia, a Melania le suceden cosas que le ayudan a madurar, a cambiar su perspectiva y a adaptarse para sobrevivir, y todo esto queda patente en su lenguaje. Si bien es cierto que se expresa de manera coloquial (diría que la mayoría del tiempo), va evolucionando de manera paralela a la historia y la acompañamos en su crecimiento desde que es una adolescente hasta que se convierte en mujer. 

          


A Kind of Magic, al ser una novela mayormente fantástica, puede dar la impresión de que está destinada a un público joven. Si bien es cierto que es muy sencilla de leer, que el lenguaje no es demasiado elaborado y se ajusta bastante a este tipo de lectores, acontecen una serie de episodios que pueden considerarse de contenido "sensible". Éstos son escenas muy explícitas de violencia, en las que me vi en la necesidad de parar de leer porque me estaban haciendo empatizar demasiado con los personajes y sentí muy intensas. Las descripciones en estos momentos son a mi juicio fantásticas, porque te hacen ver, oír, oler y sentir lo mismo que Melania, un realismo cruel, sucio, sangriento y doloroso que queda muy bien reflejado.
Pero el contenido explícito no se limita a la violencia, sino que también tenemos unas cuentas escenas de sexo narradas con una precisión notable y en las que cada detalle queda marcado de forma romántica y sensual sin pasar desapercibido.

Cómo no hablar del segundo protagonista de estas escenas sexuales y románticas: Westley, un joven médico que queda prendado de Melania y con quien comparte un secreto y peligroso romance. 
Westley es una pieza clave en toda la historia, es quien lleva a Melania a tomar muchas decisiones importantes, y para ella es tanto una debilidad como una fortaleza. Es difícil que no guste Westley, es romántico y protector, detallista y cuidadoso. Sin embargo en mi opinión es demasiado "perfecto". Para mí es un personaje idealizado y aunque está bien construido (tiene una historia, ética, ambiciones...) creo que en algunos momentos puede ser poco realista. Durante el primer libro Westley y Melania comparten muchas escenas románticas y en mi opinión pueden resultar "empalagosas" y algo repetitivas. Pero durante el tercer libro vemos otras caras de Westley y, al igual que pasa con Melania, vemos una evolución, madurez y crecimiento en este personaje, y aunque nunca pierde su esencia, vemos una cara más adulta de Westley.

Lo mejor de A Kind of Magic son tanto los escenarios como los personajes secundarios.
Hay una gran cantidad de lugares, que son además muy diversos y hay unos notables contrastes entre unos y otros, muchos detalles que todos ellos son importantes para el desarrollo y el clímax de la historia. 
Lo mismo se puede decir de los personajes. Cada uno aporta una vivencia, una enseñanza o una explicación. Ningún detalle pasa desapercibido, nada esta ahí por pura casualidad y todo tiene un propósito. Para mí esto es muy importante en las narraciones, ya que muchas veces vemos en las historias un montón de detalles que ocupan nuestra mente y tras prestarles atención nos damos cuenta de que estaban ahí sin ninguna razón.

Quiero terminar hablando de lo que para mí es lo más importante de todo: cómo me he sentido leyendo A Kind of Magic.

Al principio me costaba leer. Creía que la historia era lenta y con pasajes un poco repetitivos. Conforme iban pasando las páginas, la historia se iba acelerando de una manera casi imperceptible y para cuando me quise dar cuenta estaba completamente enganchada y "desesperada" por leer el siguiente libro. Siempre me he considerado una fanática de la literatura fantástica, cuando era adolescente devoraba los libros de este género por docenas. Conforme fui creciendo empecé a extenderme a otros géneros y dejé la fantasía y el romance un poco de lado. Leyendo esta saga he reconectado con la joven Viale que se pasaba horas enganchada a un libro, pero esta vez he encontrado algo menos "inocente", algo más "adulto". 
Por otro lado, he cogido verdadero cariño a los personajes. Me he metido tanto en la historia que he sentido que la vivía. Como apéndice a esto debo añadir que mi querida protagonista ha tenido mucho que ver, ya que no es muy distinta a mí. Melania es una chica corriente, un poco friki y que en su mundo (la Tierra) más bien pasaba desapercibida. Tal vez lo que más me hace identificarme con ella es que tenemos los mismos gustos: nos encanta El Señor de los Anillos, Star Wars, la Nutella y nuestro grupo favorito es Queen. La cantidad de referencias a esto me hacían sacar una sonrisita entre líneas, y por supuesto "oír" la voz de Freddie Mercury de vez en cuando es una auténtica delicia.
He disfrutado enormemente de la lectura de este libro. Creo que nunca es tarde para disfrutar de la fantasía o el romance, y que no está reñido con momentos violentos, desagradables, o con escenas de intimidad sexual. Para mí es una historia muy completa, a la que además de esto, no le faltan intrigas, tensiones, drama, incluso momentos cómicos.
Terminé el libro con una gran sensación de nostalgia, y realmente me dio pena haber acabado porque soy el tipo de persona a la que le gusta viajar entre mundos. Definitivamente lo recomiendo.


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