domingo, 29 de diciembre de 2019

Despedir 2019 con una reflexión


¡Hola a todos, y feliz Navidad!

Voy al grano, este post va a ser el último del año. Me hubiera gustado preparar algo especial, un cuento navideño o una reflexión sobre estas fechas, pero lo que más quiero hacer ahora es simplemente escribir y ser yo misma, sacar lo que hay dentro de mí.

Como he dicho tenía otros planes para este post, si embargo hace unos días recibí una llamada y estoy pasando las navidades trabajando, en un horario un poco desagradable que me está agotando. Por suerte quedan pocos días, y hoy he sacado tiempo y energía para sentarme a escribir.

2019 se acaba.
Mucha gente dice que a partir de cierta edad el tiempo pasa más deprisa, y estoy de acuerdo. Este año se me ha escapado de las manos. Comencé enero con una fuerte idea y con muchos cambios en mi vida: dejé mi trabajo, tomé la decisión de seguir mi sueño y comencé a contarlo. Me pareció muy fácil al principio cuando solo era una idea, pero pasaban los meses y no avanzaba. Sí, quería escribir un libro y creía que con eso sería suficiente. Pero también era consciente de que no podía apostar todo lo que tenía a "una simple idea". Durante mi vida he vivido situaciones de las que he aprendido que el mundo laboral es inestable y puede ser cambiante, que un día puedes tener un buen puesto de trabajo y al siguiente perderlo todo. Y si es lo único que sabes hacer... puede ser catastrófico. Por eso siempre he tenido claro que quiero tener opciones. Trabajo en sanidad, pero no quiero que sea lo único que sé hacer. Quiero escribir y vivir de ello, pero no puedo esperar a que todo ocurra como en un sueño. 

Decidí seguir estudiando y aunque tomé la opción correcta sentía que me faltaba algo porque no avanzaba: estaba bloqueada. No estaba escribiendo y seguía creyendo que con "el golpe de suerte" sería suficiente.

Una noche tuve una conversación con mi amor. Me preguntó qué había pasado con mi sueño de ser escritora y si estaba luchando por ello, trabajando. La respuesta fue NO.

¿Qué estaba haciendo? Solo poner excusas, una tras otra. Sí, durante los 8 meses de año vividos anteriormente me habían pasado cosas y había tenido dificultades, pero esa no era la razón de mi estancamiento. Necesité reflexionar, escuchar e informarme mucho para darme cuenta de que eso era todo, esperaba la oportunidad que cayera del cielo. No ocurría, lógico, pero tampoco la buscaba. 
Fue entonces cuando me di cuenta de que no sabía NADA. No conocía el mundo en el que pretendía adentrarme, no conocía a mi competencia ni a mis aliados, mis puntos fuertes y débiles, editoriales, técnicas, ni siquiera sabía si "tenía talento". Durante mi vida me han dicho que escribo bien, que mis textos son bonitos, pero... ¿acaso con eso basta?

Internet tenía la respuesta, por supuesto. Como os conté hace unos meses, seguí los consejos y ánimos de mi amor y de mi tía y gracias a ello nació este blog. He trabajado en mí a través de él, y ha sido una herramienta maravillosa, he conocido escritores y mentores, leído otros blogs... y apenas estoy rascando la punta del iceberg. 

Sin darme cuenta, durante este proceso mi ambición comenzó a crecer. Nunca quise que este blog fuera grande, era mío, pero me gustaba compartirlo y recibir feedback. Y ahora mi objetivo es seguir creciendo. 

Hace un mes mi amor y yo nos dimos cuenta de que quedaban 31 días para que terminase el año y decidimos trabajar duro. Yo me propuse estudiar, ir al gimnasio, escribir, ir a clases, escribir, trabajar algo y escribir más. Las ideas para historias ya llegaban sin esfuerzo pero como he dicho antes, quería crecer. Así que comencé a buscar ayuda, gente que me ayudase a ejecutar las ideas que tenía... y me di cuenta, una vez más, de lo perdida que estoy. 

Sin embargo no me tomaré este descubrimiento como algo negativo. He pasado horas reflexionando, conversando conmigo misma y decidiendo lo que quiero. 

Disfruto enormemente colaborando con escritores y haciendo reseñas, no quiero dejar de hacerlo y me he dado cuenta de que tengo mucho, MUCHO que aprender y mejorar, así que no voy a detenerme.

Mis proyectos personales seguirán siendo míos. Tengo que encontrarme a mí misma como escritora, practicar y averiguar más sobre mí. Y la mejor forma de hacerlo es soltarlo todo (papel y boli). También me gustaría recibir formación, pero eso tendrá que esperar a un momento más oportuno.

Y sobre todo... quiero que estéis conmigo. Me gustaría compartir mi progreso, y ojalá llegue el día en el que pueda enseñar algo a alguien que también esté empezando. 

Este blog va a evolucionar conmigo. Me siento fuerte, capaz de grandes cosas y sobre todo ardo en deseos de aprender. Aprender... ¡DE TODO! Quiero ser imparable y crecer tanto como sea capaz. Quiero seguir conociéndome a mí misma y descubriendo habilidades, sacarles partido y no dejar de disfrutar jamás... porque escribir es mi pasión, y no puedo conformarme con "unos textos bonitos".

De lo que he logrado en 2019 me quedo con haber aprendido a aprender, a aceptar lo poco que sé y que el saber ni ocupa lugar ni tiene límites. Deseo para 2020, simplemente avanzar sin detenerme. 

Y lo mismo para todos vosotros.  

No olvidéis que cada día es una gran oportunidad. Y un regalo.




Feliz año nuevo 💙💜💚

lunes, 23 de diciembre de 2019

Desgranando... "De magos y distancias"


¡Muy buenas tardes a todos!

¡Qué poquito queda para la Navidad! Me suelen gustar estas fechas pero me temo que este año me va a tocar trabajar más de la cuenta, y es una pena pero hay que ganarse el pan. La semana que viene habrá un post especial navideño, pero hoy traigo el último "Desgranando…" del año, que es nada menos que mi segunda colaboración en el blog.

Hoy os voy a hablar de un libro mágico y especial: "De magos y distancias" de Teresa Hernández.  


Teresa Hernández ha ganado numerosos premios literarios, tanto en novela como en relato y microrrelato,y De magos y distancias fue ganador del  VI premio de Narrativa de la editorial Mablaz. Es también autora de otros libros como Las esquinas de mi cabeza o KARA, La sonrisa oculta de Venus, además de realizar colaboraciones con otros autores.

Cuando Teresa me habló de De magos y distancias creé unas expectativas, hice una idea en mi cabeza sobre cómo sería la historia de esta novela, así que cuando, al leerla, me di cuenta de lo equivocada que estaba, me alegré porque creía que iba a leer una historia de amor. No es que éstas me disgusten, soy tan fan de la literatura romántica como la que más. Sin embargo esta obra me ha dado mucho más y es algo que no sabía que estaba buscando.

La historia comienza el día anterior de la boda de Ángela, una jóven periodista que va a dejar su vida en Madrid para irse Sri Lanka con su futuro marido, Eduardo. Por casualidad, Ángela conoce a Juan, un chico más jóven que ella que tiene talento y deboción por la magia. Éstos comparten una conversación, unas pipas y un truco de magia. La química entre ellos es tan fuerte que se forja un vínculo que ni la distancia ni el tiempo podrá destruír. 
La vida de ambos continúa después de este encuentro. Acompañamos a cada personaje en capítulos alternos, en los que viajamos por el mundo con ellos y vivimos todo tipo de experiencias.

La narración varía. Los capítulos sobre Ángela están escritos en primera persona y los de Juan en tercera. Este estilo me parece algo peculiar, al principio me resultaba chocante pero poco a poco me fui acostumbrando y ahora opino que le da personalidad al libro. Al narrar Ángela su parte de la historia, nos permite acercarnos más a ella y nos hace conscientes de la distancia real entre ella y el mago. Por esta misma razón, en los capítulos de Juan se percibe un alejamiento que ayuda a preservar el misticismo de este personaje.

El lenguaje no demasiado elaborado de la novela hace posible una lectura de lo más entretenida. Las descripciones no son extensas, me gusta que con pocas palabras podemos imaginar prácticamente todo el entorno, lo cual es una gran cualidad de Teresa Hernández como escritora. Asimismo, el tiempo en la novela transcurre muy deprisa, de hecho los acontecimientos abarcan cerca de quince años. Había momentos en los que me costaba ubicar lo que estaba pasando en el tiempo y creo que eso hacia que perdiera un poco el hilo de la historia. Esto tiene su lado bueno ya que "corre mucho" y "pasan muchas cosas", es una forma de evitar caer en detalles innecesarios en las descripciones o lo que es peor: la monotonía. Pero por otro lado también encuentro que esta velocidad me "mareaba" un poco en ciertas ocasiones o me hacía preguntarme cómo habíamos llegado a ese punto. Igualmente opino que es una buena manera de relatar los acontecimientos de una manera más natural y dinámica.

Sobre los personajes es importante destacar que son emocionalmente complejos y están bien construídos. A lo largo de la novela se aprecia una evolución adaptada a las circunstancias que vive cada uno, es decir, no se mantienen estáticos sino que crecen, aprenden y se desarrollan. 

Cabe hacer una mención especial a algunos personajes secundarios muy importantes para la trama. Éstos también están bien desarrollados, tienen miedos, ambiciones y conflictos internos además de su propia historia, no simplemente pasan por ahí y ya está, sino que crean una serie de subtramas que aportan a la novela parte de su esencia. Algunos de estos personajes (mis favoritos) son Attekokolli, su compañera Marcia y Bhavnika. A través de sus relaciones con ellos vemos crecer a nuestros protagonistas, expresar emociones y sentimientos nuevos para ellos, madurar y también tener momentos de "debilidad".

Lo más importante que me parece de esta novela es que, como he dicho antes, acompañamos a Juan y Ángela durante un periodo de sus vidas a partir de un encuentro de los dos. Durante todo el libro están físicamente separados y de hecho, la trama no es que estén enamorados o que se busquen durante años, sino que vemos dos vidas de dos personas independientes unidas por un vínculo que de alguna manera es amor, pero no un amor convencional ya que cada uno por separado tienen sus romances. Es la idea, el recuerdo que tienen el uno del otro y lo que sintieron en aquel encuentro lo que les acompaña durante sus vidas pero, como he dicho al principio, la trama principal no es esta.

¿Y cuál es la trama principal? Creo que es la pregunta estrella del libro. En mi opinión no hay una trama sino dos, que son las vidas de los protagonistas. Son dos historias diferentes, dos aventuras, dos vidas, unidas por un encuentro que tiene lugar en el primer capítulo y que, aunque no cambia nada, lo condiciona todo.

He disfrutado con la lectura de este libro, realmente me he encariñado con los personajes y me he enganchado, he tenido ese pensamiento de "un capítulo más y paro" (y no cumplirlo). Creo que no es una historia convencional, que transmite emociones y sobre todo, que la magia acompaña desde el primer capítulo. Sin duda lo recomiendo. 





viernes, 13 de diciembre de 2019

¡Queen + Adam Lambert en España!


¡Muy buenas tardes a todos!

¿Es esto real o una fantasía? ¿Algún tipo de magia? 

¡Real y cierto como la vida misma!

Como muchos sabréis, el legendario grupo de rock Queen ha anunciado dos shows en Madrid el 7 y 8 de julo de 2020 y hoy, 13 de diciembre han salido las entradas a la venta. Así que voy a salirme un poco del guion dejando la literatura a parte y dedicando este post a mi grupo favorito.

Hoy es un día muy especial para todos aquellos que han crecido y madurado con Queen, aquellos que les vieron nacer y hacerse tan grandes como lo son hoy y han sido testigos de que, tal y como se propusieron, llegaron a tocar el cielo. Lamentablemente no es mi caso, porque tengo recién cumplido el cuarto de siglo, pero eso no me ha impedido que hayan conquistado mis oídos y mi corazón.


Recuerdo la primera vez que escuché una canción suya, apenas tendría 4 años y me la puso mi padre en el coche: Beautiful day. Me viene a la mente la voz de mi padre, el disco Made in Heaven sonando en un viaje por la carretera y nosotros cantando. No era consciente de que la inigualable voz de Freddie Mercury estaba cautivándome por primera vez y que muchos años después me seguiría fascinando. 

Me reencontré con la banda durante mi adolescencia y Bohemian Rapsody me acompañaba en el coche cuando empecé a conducir. Pero fue hace un año, al ver la película cuando me volví realmente fanática. Me encantó hasta tal punto que empecé a ver videos y documentales sobre Queen, curiosidades, historias... no he parado a día de hoy, ¡y me encanta! 

Poco queda por decir de ellos, pero para mí Queen es una banda inmortal que llegó y se ha quedado después de 4 décadas emocionando, haciendo cantar y bailar hasta la saciedad. Cada miembro es único y encajaban con tal perfección que lograron crear obras maestras musicales. Y para apoyar esta afirmación voy a contar dos experiencias recientes.

En octubre vino a mi ciudad God Save The Queen, una banda tributo a Queen. Y madre mía... Mi pareja y yo asistimos, conseguimos estar en primera fila y nos sentimos como si hubiéramos viajado en el tiempo. La actuación fue inmejorable, una interpretación brillante por parte de todos los miembros. Si una banda consigue que sus canciones se sigan interpretando casi 30 años después de que su cantante falleciera, y hacer sentir tantas emociones a tanta gente creo que se merece ser llamada legendaria

La otra experiencia es una anécdota bastante inocente. Tengo un primo de 8 meses y el otro día fui a visitarle a él y a sus padres. Mientras les enseñaba videos del concierto, el niño se puso a reír y a bailar a ritmo de Crazy Little Thing Called Love

¿Qué tiene Queen que les hace ser tan especiales? ¿Qué tiene esa música para que logre enloquecer a prácticamente todo el mundo? No soy una experta en música ni mucho menos, pero desde mi percepción espiritual me aventuro a decir que es su originalidad lo que les hace únicos. El ingenio, el amor con el que compusieron cada pieza, y sobre todo el ser ellos mismos (sin sintetizadores). Unos locos incomprendidos experimentando con notas musicales, ritmos y letras, o sacando lo que llevaban dentro.

Puede que esta sea la una de las últimas oportunidades que tenga de ver en directo lo que queda de Queen y lo lamentaría toda la vida si no aprovechara la ocasión. Así que sí, tengo mis entradas y una cita en Madrid el 8 de julio. Y estoy en shock.

Espero que os haya gustado este post, llevaba un tiempo pensando en hacer algo así y hoy me ha parecido el día perfecto. Contadme cuales son vuestros grupos y/o cantantes favoritos y si os gustaría ir en julio a ver el show de Queen + Adam Lambert.

¡Disfrutad del fin de semana!

viernes, 6 de diciembre de 2019

Proyectos, horarios y en qué ando metida


¡Buenas tardes!

Me siento a teclear una vez más con muchos pensamientos pero sin saber bien qué decir. Últimamente tengo muchas cosas en la cabeza y demasiadas ideas, tantas que me está costando gestionarlas. 
Desde hace unas semanas no estoy siendo muy regular con mi trabajo, por eso me he propuesto que este mes (casualmente el último del año) voy a realizar una especie de challenge. He confeccionado un horario lo más realista posible para organizarme y trabajar mucho porque deseo avanzar en mis proyectos.

Lo cierto es que no está siendo fácil. Ha habido momentos en los que me he visto desbordada porque creo que he intentado abarcar mucho y no me he sabido organizar, así que espero que diciembre sea diferente y tenga tiempo para todo.

Voy a dejarme de misterios y voy a explicar un poco en qué "ando metida" en ámbito laboral-aprendizaje-proyectos.

Hace unos meses comencé a estudiar un grado superior online de Guía y Asistencia Turística. La realidad es que esto no es mi campo para nada, de hecho he trabajado en sanidad. Tomé la decisión de cursar turismo por varias razones: por ampliar mi abanico de conocimientos, aumentar mis posibilidades laborales y porque es un trabajo que no me ata a ningún lugar del mundo. 
Lo complicado de estudiar esto es hacerlo sin el apoyo de acudir a clases diariamente, lo cual hace bastante fácil desviarse y difícil saber si lo estás haciendo bien del todo. 

Pensando en no anclarme a mi país natal y saliendo de éste me di cuenta de que el buen nivel de inglés que había adquirido de adolescente estaba completamente oxidado. Así que en octubre empecé a ir a clases de inglés en la Escuela de Idiomas. Por tanto, tengo dos horas de clase 4 días por semana. 

Por supuesto, no sería escribir una aspiración importante para mí si no tuviera proyectos literarios entre manos. Uno de ellos lo comencé antes de darme cuenta y en enero empezó a tener una estructura que va cogiendo forma. 12 meses después he avanzado pero estoy un poco estancada ahora mismo, porque es un proyecto que depende bastante de la inspiración... y no siempre me siento tan inspirada como para avanzar. 

Sin embargo, una dificultad muy grande con la que me estoy encontrando es también una gran ventaja, y es que he conseguido recuperar la creatividad que tenía antes. Parece algo bueno, pero en mi cabeza está siendo un auténtico caos porque no paran de llegar ideas. Es un bombardeo constante que aprovecho siempre apuntando todas las ideas... ¡el gran problema es que no tienen relación entre sí! Así que tengo un montón de ideas pero están tan desordenadas que no se puede hacer nada con ellas. 

Pero no todo está perdido. Al ver semejante locura cogí mi cuaderno y lo dividí en algunos apartados en los que pude clasificar ideas. Gracias a esto, desarrollé unos pocos personajes, imaginé unos escenarios chulísimos y fui capaz de coger una sola idea de las que estaba teniendo y empecé a escribir sobre ella. Y vaya, ¡estoy desarrollando una historia! 

Estoy contenta, aunque está siendo difícil. Por eso he incluido en mi horario una hora para escribir. Tengo la sensación de que va un poco lento pero creo que es mi propia inseguridad la que me frena. Siempre me ha gustado escribir las cosas tal cual me vienen a la cabeza, pero estoy teniendo que hacer un esfuerzo para meter más contenido. 

Todo esto está muy bien, pero hay algo más que falla: a mi cartera le están saliendo telarañas. Como he dicho antes, he trabajado en sanidad toda mi vida laboral pero quiero alejarme de este sector porque es muy sacrificado y no podría estudiar si volviera a retomarlo por el bien de mis ingresos. Así que también he emprendido la búsqueda de trabajos de redacción online. Y bueno, como imaginareis, no estoy consiguiendo gran cosa, pero no dejo de intentarlo. Sería un gran paso para mí llegar a tener un cierto éxito en este campo además de un alivio económico. 

¡No entres en pánico, Viale! ¡Tienes ahorros!

😅

Volviendo al principio, este horario que me he puesto está siendo útil para organizarme y trabajar duro. Llevo tres días y aunque hoy no he dormido bien y se me está descuadrando todo, tengo intención de hacerlo bien porque quiero echar la vista atrás en fin de año y sentirme satisfecha.

Diciembre de 2019 va a ser crucial y me siento con fuerzas para llevarlo a cabo.


¡¡SÍ!!


FELIZ VIERNES 💜 




viernes, 29 de noviembre de 2019

Ojalá...


Hay momentos en nuestras vidas en los que tenemos algo importante en nuestras manos pero no somos conscientes y no le sacamos partido. Tal vez la razón sea que somos demasiado jóvenes o demasiado mayores, que no tengamos recursos suficientes o que no confiemos en nosotros mismos. 


Ojalá hubiese sido valiente y reconocido que te amaba, decirle al mundo entero que te veía a escondidas y creaba cosas bellas a partir de lo que tú me contabas.


Ojalá no me hubiese avergonzado de mis textos y mis ideas, que podían no ser las mejores pero eran mías y podrían haberse convertido en algo mejor.


Ojalá le hubiese contado a cada persona que conozco que tú, la literatura, eres mi pasión y has estado conmigo siempre, que inventábamos cuentos cuando era pequeña, me inspirabas para que escribiera un sinfín de libros que nunca llegué a empezar, que más adelante nacieron las poesías y que juntas podíamos crear infinitos mundos.


Ojalá hubiese sabido que podía hacerlo, que tenía talento y cultivarlo me daría grandes resultados.


Ojalá alguien me hubiese dicho que podría dedicarme a ello, que existe todo un mundo alrededor de ti y que nunca me caería del cielo la oportunidad de ser la mejor si no la buscaba.


Ojalá hubiese trabajado en ti como lo estoy haciendo ahora, nadie me hubiese parado cada vez que una idea nacía y hubiese sido constante. Tal vez podría haberme nutrido de ti durante años hasta dar bellos y dulces frutos.


Ojalá nunca hubiese tenido miedo de ser juzgada por lo que estábamos creando, porque ese miedo se ha hecho mayor con el tiempo y ha hecho que me olvide de ti durante mucho tiempo.


Ojalá te hubiese tratado mejor, te hubiese cuidado y nunca hubiese ocultado todo lo que me estabas enseñando, que era la posibilidad de un futuro brillante.


Ojalá te hubiese escuchado y nunca te hubiese negado. Porque yo te abandoné pero tú a mí no.


Ojalá hubiese creído en mí como tú lo hacías, tal vez hoy no sería tan duro trabajar y conseguir lo que nunca he admitido que anhelo: vivir de ti.


Ojalá nunca te hubiese transformado en lo que no eres, de algo bello a oscuro en lo que refugiarme evitando miradas y juicios.


Ojalá te hubiese dedicado todo mi tiempo. Hoy no sería tan difícil llegar a ti.


Un día nos damos cuenta de que hemos "desperdiciado" una oportunidad y, por supuesto, nos da mucha pena. Pensamos que si hubiéramos practicado mucho más, probablemente ahora nos fuera mejor. Y tal vez sea así. 

Sin embargo de nada sirve martirizarse. Todo tiene un momento y una razón y aunque algunas veces no nos demos cuenta de las oportunidades que están frente a nosotros "porque no hacen ruido" no significa que todo esté perdido.

Lo más importante es ser consciente del ahora, de que nuestro momento no ha pasado y las decisiones incorrectas del pasado son oportunidades de aprender. No será tan fácil, nos costará más, pero no debemos volver a dejarlo pasar o nos volveremos a arrepentir.

¿Qué quiero?

¿Qué busco a largo plazo?

¿Cuál es el primer paso?

¿Qué acciones me van a llevar a mi objetivo?

Todo comienza con un "yo puedo" seguido de "vamos allá". 

Tu momento es el que tú elijas que sea.

Feliz fin de semana.

viernes, 22 de noviembre de 2019

Desgranando... "El Cazador de Piratas, la Travesía de Elena"


¡Hola a todo el mundo! Bienvenidos un viernes más a mi blog, mi rincón de expresarme libremente en el ámbito literario.

Hoy estoy muy contenta porque este post va a dar comienzo a una nueva etapa que espero que traiga consigo aprendizaje, mucha lectura y grandes proyectos. Hace un par de entradas mencioné que voy a empezar a realizar colaboraciones... y hoy tengo el placer de presentaros la primera.

Como habéis podido comprobar, las colaboraciones vendrán en la sección Desgranando... y consistirán en analizar como a mí me gusta las obras de algunos autores noveles o menos conocidos (no implica esto que deje de "desgranar" obras más conocidas o grandes clásicos). 

Desde hace algunas semanas comencé a estar más activa en redes sociales, lo cual me dio la oportunidad de conocer a otros escritores y aprender aspectos técnicos que desconocía. A raíz de esto, por una sucesión de acontecimientos, contacté con algunos autores cuyos libros me ofrecieron para poder reseñar.

¡Y ACEPTÉ!

Me gustaría agradecer a estos autores que hayan confiado en mí y que me hayan dado esta oportunidad, es para mí un gran paso como bloguera, lectora y escritora.

Inaugurando estas colaboraciones tenemos la primera novela publicada de Jesica Sabrina Canto: El Cazador de Piratas, la Travesía de Elena, nada más ni nada menos que desde Buenos Aires.

Jesica Sabrina Canto es una escritora argentina que se dedica a escribir artículos para revistas online y realizar talleres de escritura con varios colaboradores. 

He leído sobre ella y he escuchado una entrevista que le hicieron en un programa de radio y creo que es una chica que tiene bastante potencial como escritora. Es autora también de otros libros como Entraña del adiós o La chica de los libros.

El Cazador de Piratas, la travesía de Elena nos cuenta la historia de Elena, una joven de 23 años que, tras ser liberada de la esclavitud en un barco pirata, busca la manera de saciar su sed de venganza. 
Conocemos a Elena durante los últimos minutos de su cautiverio, durante los cuales advertimos de cómo han sido sus últimos años de vida y las crueldades a las que ella y sus compañeras han sido sometidas.

Durante la novela no solo nos quedamos con Elena, nuestra protagonista, sino que Jesica nos aporta puntos de vista de otros personajes relevantes para la historia. Un elemento muy importante que emplea es el recuerdo. Esta es una manera muy positiva de conocer al personaje, su historia y la razón de que se encuentren en ese momento y en ese lugar de la novela. Por supuesto, de quien más recuerdos obtenemos es de Elena, ya que la historia gira en torno a ella, pero no por ello hay que menospreciar los de los otros personajes, y es algo importante a tener en cuenta mientras se lee.

Debo reconocer que al principio me resultaba ligeramente "caótico" que hubiera tantos puntos de vista, pero se debe a que no comprendía su misión en la historia, que no es otra que mostrarnos lo crueles que son los piratas.

Y esta es la idea principal sobre la que gira toda la historia: los diabólicos actos de los piratas, retratados como seres repugnantes tanto física como psicológicamente.

 Una cualidad muy buena que me gustaría destacar de Jesica Sabrina Canto es la rigurosidad con la que ha conseguido que imagine y caracterice a cada personaje (sobre todo estos repulsivos piratas) con pocas palabras y un lenguaje sencillo, sin complicarse demasiado. Era consciente de esto durante mi lectura, sin embargo no me di cuenta hasta el final de que este era el principal objetivo de la autora: crear unos personajes a los que aborrecer y odiar, totalmente deshumanizados y privados de cualquier característica que permita empatizar mínimamente con ellos. 

Y vaya si lo ha conseguido.

Desde el primer momento con las primeras descripciones de los piratas me descubría pensando "qué asco", lo cual denota que el punto fuerte de Jesica son las descripciones.

Por otro lado tenemos las subtramas (sobre las que no voy a indagar porque acabaría haciendo spoilers y eso va contra la ética de este blog), personajes secundarios que son vitales para la trama principal y con los que nos acabamos encariñando, los escenarios pacíficos y luminosos, recuerdos felices...todos ellos son elementos en los que se encuentra la esencia de la novela, ese "encanto" que ha conseguido que me guste lo que he leído.

Me gusta la manera en la que se ve reflejado el tormento de cada personaje a través de sus recuerdos, sus traumas y sobre todo el impulso que les lleva a querer vengarse de los piratas. Creo que los personajes están bien construidos a pesar de no ser psicológicamente complejos.

En general es una lectura muy amena, se lee rápido y, en mi opinión, lo mejor es que trasladamos nuestras mentes directamente a la historia que Jesica Sabrina Canto nos está contando (se imagina con claridad, se vive).

Y para terminar voy a añadir una curiosidad personal. He renegado toda mi vida de la lectura en soporte electrónico porque soy de esas amantes fieles de los libros en papel. Con El Cazador de Piratas no me ha quedado otro remedio que leerlo en formato Kindle y ha supuesto un pequeño esfuerzo por mi parte. Sin embargo debo admitir que no ha sido tan malo como me había imaginado. Acostumbrada a las pantallas en mi vida diaria he leído más rápido, la iluminación me ha parecido un punto a favor y ha sido cómodo poder leer en cualquier lugar sin tener que llevar el libro a cuestas. Oficialmente, mi primera experiencia con eBook ha sido positiva. Aunque... me da pena no poder añadir un tomo más a mi colección.







viernes, 15 de noviembre de 2019

Escribir para desahogarse


¡Hola a todos! 

Llevo un buen rato sentada mirando la pantalla, con los dedos sobre el teclado esperando recibir "la iluminación divina" que me diga sobre qué escribir, pero no ocurre y sé perfectamente por qué.

Llevo así toda la semana, buscando un tema concreto sobre el que hablar o pensando alguna historia o poesía de las mías. No es falta de inspiración ni un bloqueo como aquellos de los que hablé en una de mis primeras entradas (ésta en concreto), sino que tiene más que ver con un estado de ánimo que se está alargando tal vez demasiado. Por esta razón sí, he escrito esta semana, pero no creativamente sino para desahogarme. Muchas veces pensamos que hay que escribir solo para contar historias, expresar opiniones o describir hermosos sentimientos, nos perdemos en buscar la manera artística de hacerlo y olvidamos que escribir es la mejor manera de soltarlo todo.

Como humanos que somos, tenemos sentimientos y éstos pueden llegar a ser muy fuertes, a veces llegan a nublarnos la vista y a "entorpecer" nuestras vidas. Alguna vez en nuestras vidas todos hemos estado tan enamorados que no podíamos dormir o comer, tan tristes que no queríamos levantarnos de la cama, o tan furiosos que hemos descargado contra, tal vez, alguien que no lo merecía. Nada de esto en nuevo para nadie.

Aunque no haya que reprimir nuestros sentimientos (desde luego que jamás hay que hacerlo), no es sano dejar que se apoderen de nosotros hasta tal punto.

Por eso os doy un vialeconsejo: Cada vez que sintáis algo demasiado intenso, escribid sobre ello. Escribid para contároslo, soltarlo, entenderlo y sanar. Nadie tiene que leerlo, hacedlo para vosotros mismos. 

Es tan terapéutico como necesario tomar una pausa, respirar y plasmarlo todo sobre un papel. Recomiendo hacerlo de la forma tradicional, con papel y boli. Mientras escribimos, nos estamos enfocando en el sentimiento y eso crea adrenalina. Al mover el boli la estamos canalizando y sale de nosotros, creando una sensación de calma y desahogo. Después lo leemos y nos damos cuenta de que hay mucho más tras esos sentimientos de lo que percibíamos en un principio, estamos reconectando con nuestro corazón. 

A veces, incluso lo que escribimos es hermosos sin querer. 

Mucha gente recomienda quemar el papel después de escribir, o destruirlo de alguna manera. En mi opinión esto es poco menos que un sacrilegio. No es malo recordar en el futuro como nos sentimos aquella vez, tal vez llegue a ser un apoyo y referencia. Además de que, como he dicho antes, puede que hayamos creado algo verdaderamente bonito. Sea como sea, cualquier cosa que hayamos escrito es digna de ser conservada.

Sin embargo hay muchas veces que no sabemos cómo empezar, así que os voy a dar algunos tips que a mí me funcionan:


 -Busca un momento en el que estés solo, la privacidad es esencial para poder desahogarse sin temer nada.

 -Si no sabes cómo empezar, identifica la frase o palabra que más se repita en tu cabeza.

 -No taches ni borres, recuerda que lo que escribes es solo para ti y cualquier cosa que digas está bien.

 -Utiliza el lenguaje que tú quieras.

 -Si hay más personas implicadas en tus sentimientos (por ejemplo, alguien te ha ofendido) escribe imaginando que hablas con esa persona, dirígete a ella y dile todo lo que quieres decirle.

 -No pares de escribir hasta que no te quedes completamente vacío.

 -Ten un cuaderno o diario al que recurrir cuando quieras escribir sobre lo que sientes.



Contadme si recurrís a esta práctica o si os gustaría hacerlo. 

Recordad que un corazón hay que cuidarlo igual que la piel o cualquier órgano vital.

Y sobre toso, que lo último que quede tras desahogarnos sea una sonrisa.

Feliz fin de semana.




sábado, 9 de noviembre de 2019

Literatura


¡Hola a todos! 

No se a vosotros pero a mí esta semana se me ha hecho un poco larga, pero... ¡por fin es viernes! Toca descansar, tener más tiempo y lo mejor: el post de Viale 😉

A pesar de que se me ha hecho larga la semana por circunstancias personales y por tener bastante trabajo, estoy muy contenta y os voy a decir por qué. Lo primero es que desde hace unos días están subiendo las visitas del blog, de hecho están subiendo tanto que estoy muy sorprendida. Los que llegasteis de los primeros sabéis que no era mi intención crear un blog grande, sino que sería algo un poco íntimo y como apoyo en mi camino hacia la escritura. Sin embargo ya han pasado casi dos meses y la idea ha ido evolucionando. Ahora que van aumentando las visitas debo admitir que me siento bastante satisfecha, orgullosa de cómo va creciendo el blog y de ver que gusta lo que hago. No es por echarme flores pero siento que estoy haciendo un buen trabajo y es una sensación muy agradable que pocas veces he tenido. Al darme cuenta de esto he decidido que no quiero parar, no tengo el foco en llegar a un gran número de personas, pero sí en continuar creciendo, digamos "profesionalmente", aprendiendo y haciendo cosas nuevas.

Por otro lado, tengo una gran noticia. Por una serie de decisiones que he ido tomando durante esta semana he llegado a un punto que va a ser muy positivo y que tengo intención de aprovechar al máximo. He contactado con algunos autores y voy a empezar a colaborar con ellos para la sección "Desgranando...".
Estoy muy contenta porque estos autores (que no tienen un currículum precisamente pequeño) han valorado positivamente mi trabajo y para mí es un gran halago, además de una gran oportunidad. Pronto habrá más novedades.

Estaba meditando sobre estos acontecimientos y hablándolo con mi padre cuando me ha dicho que ahora voy a tener que leer mucho. Esto me ha hecho pensar que sí, es cierto, y estoy encantada. Adoro leer y, aunque he abandonado el hábito en los últimos años, he sido una auténtica devoradora de libros. Hoy voy a contaros cómo empezó todo.



Tenía 6 años cuando mis padres me llevaron al cine a ver Harry Potter y la Piedra Filosofal. Mi padre había leído el libro y más o menos un año después me animó a hacerlo yo también. Siempre había leído muchos cuentos pero ese libro era un reto para mí, ¡había muchas palabras! ¡Y sin dibujos! 
Afortunadamente nuestra querida J.K. Rowling tiene un don para transmitir y contar historias complejas de forma sencilla, y enganchar tanto a los mayores como a los más pequeños. Y así me inicié en la lectura. 

Durante los próximos años me convertí en ese espécimen de niña que lee libros "de mayores" (¡sin dibujos!) y aunque en el colegio no era la que más amigos tenía, tenía algunos que compartían esa pasión por los libros y las historias fantásticas. Conforme fui creciendo, mis gustos evolucionaban, entraba en la pre-adolescencia y me hice muy fan de los diarios de Gerogia Nicolson, saga de libros que recomiendo a cualquier persona joven que se encuentra en esa fase de su vida. 

Poco tardé en conocer la saga Crepúsculo, y enamorarme de los vampiros como cualquier adolescente de aquella época, fue una moda maravillosa que, en mi opinión, quedó destruida con el lanzamiento de las películas.

Y ahora llegamos a un puto clave en mi vida como lectora: la clase de literatura universal. Escogí la rama de letras y esa asignatura era obligatoria, no me hacía especial ilusión pero era lo que tocaba. Los libros que nos mandaron leer ese año proporcionaron mi primer contacto con la literatura clásica, y no me desagradó. Conocí un sinfín de autores que me llamaron mucho la atención pero fue más tarde, durante uno de los años que cursé Bachiller cuando llegué a amar la literatura. Tuve una profesora que me transmitió esa pasión y no me fue difícil comprenderla. Por segunda vez en mi vida leí una obra de Shakespeare: Hamlet. Disfruté de esa obra, leyéndola, leyéndola otra vez, analizándola y con numerosos debates en clase. No podía creer lo maravillada que me hacía sentir "ese libro tan viejo" y no dudé en adentrarme más en aquel mundo.

La metamorfosis de Franz Kafka me aportó un nuevo enfoque, los debates de clase se volvieron un "qué querrá decir" y me encantaba buscar significados, perderme entre metáforas y simbolismo a la vez que un realismo que me fascinaba.

Unos años después decidí comprarme Orgullo y Prejuicio de Jane Austen, donde disfruté durante toda la lectura, con una gran sonrisa, de la belleza de sus palabras, especialmente para crear escenarios y exponer sentimientos. Debo decir, que se convirtió en uno de mis libros favoritos. Hace poco compré Sentido y Sensibilidad, y tengo ganas de empezarlo pero va a tener que esperar.

Esta es mi historia con los libros resumida, para que me conozcáis un poquito mejor. 

Por ultimo deciros que, como he dicho al principio, las visitas están subiendo ¡pero nadie se suscribe! Me haría mucha ilusión que lo hicierais, además de ser de ayuda. 

Dicho esto, gracias por pasaros un viernes más, os deseo una semana maravillosa y llena de alegrías. 😊



jueves, 31 de octubre de 2019

Especial Halloween


¡Buenas y aterradoras noches!

Me adelanto al día de publicación porque como todos sabemos, hoy es la noche de las brujas y los espíritus. Cada persona vive esta fiesta de una manera, normalmente los niños con disfraces pidiendo caramelos por las casas, otros reuniéndose en lugares poco iluminados para contar historias escalofriantes, otros haciendo maratones de las películas más aterradoras de la historia del cine (para mí es Insidious, por cierto)… Yo también tengo mi pequeño ritual, me gusta ver Pesadilla antes de Navidad comiendo dulces, costumbre a la que no voy a renunciar este año pero antes de ello, quiero celebrarlo con vosotros. 

Tengo a mi izquierda a mi gato negro, a mi derecha a mi perro asustadizo, una luz tenue y silencio en casa. Tengo los mejores ingredientes para preparar una poción de las que solo yo sé hacer: una de mis improvisaciones. 

Pasad una noche de miedo, y disfrutad del día de fiesta de mañana 👻


Estoy tendida sobre una superficie que no reconozco. No sé cuánto tiempo llevo aquí y no recuerdo cómo he llegado. Solo alcanzo a ver una oscuridad profunda y traicionera, llena de amenazas.
No oigo nada, ni el mínimo ruido que pueda darme un ligero indicio de dónde me encuentro, si hay alguien a quién pedir ayuda.
Tengo mucho frío... pero no corre el aire. El frío nace dentro de mí.
Me dispongo a levantarme, comenzando por apoyar mis manos sobre la superficie desconocida. Descubro que no puedo levantar el brazo. Preocupada y sin entender qué está pasando me decido por una tarea más fácil: mover los dedos. Con horror descubro que tampoco puedo.
Una sensación de impotencia comienza a invadir mi interior. "Puede que solo sea ese brazo" me digo para tratar de calmarme. Siento un fuerte impulso de levantarme y salir corriendo, pero ninguna parte de mí responde. No puedo mover ni una sola extremidad, tampoco el cuello ni la boca para gritar auxilio. Tampoco puedo mover los párpados, no hay manera de saber si mis ojos están abiertos o cerrados.
Comienzo a sentir una fuerte presión sobre mi pecho, mi pulso se ha acelerado tanto que temo que pueda pasarme algo grave. La ansiedad se apodera de mí y ni siquiera soy capaz de controlar mi respiración.
Estoy demasiado concentrada en mi inmovilidad como para darme cuenta de que se está formando un zumbido en el ambiente. Tal vez ha comenzado hace rato, no puedo saberlo. Cada vez el zumbido se vuelve más intenso, está perforando mis oídos y alojándose en mi cabeza, haciendo que me duela tanto que siento que me va a estallar pronto.
Estoy pensando tan rápido que no soy consciente del tiempo que pasa, y no veo nada a mi alrededor que me ayude a comprender qué me está pasando. No puedo ver nada.
No veo nada... pero por primera vez puedo sentir que no estoy sola.
Alguien se está acercando a mí muy, muy despacio...
Quiero gritar, pedirle ayuda. Me aferro a esta presencia como a un clavo ardiendo, desesperada por que alguien, sea quien sea, me ayude.
Pero no quiere ayudarme.
Cuando me ha tocado no he sentido el tacto de su piel pero sé que me está agarrando. Siento unos dedos largos y afilados sobre una de mis piernas, cada vez aprieta más y la sensación cada vez se asemeja más a cinco agujas afiladas clavándose en mi piel. Presiona sin piedad y puedo sentir como se deleita infringiéndome dolor, ese dolor que cada vez es más agudo. No sé qué está tocando mi cuerpo... pero no es humano.
Las manos afiladas están escalando por mi cuerpo hacia arriba, deteniéndose en cada paso solo para hacerme sentir dolor. Llega a mi pecho, no solo con las manos, sino que siento más partes de su cuerpo sobre mí. No distingo ninguna, tal vez sean pies, huesos o dientes, pero son diferentes entre sí y su único propósito es mi sufrimiento. Ha parado en mi pecho, lo sé porque no me deja respirar.
Está presionando mi garganta, creo que voy a ahogarme. Me está sujetando con fuerza los hombros y cada vez lo siento más cerca de mi cara.
Lo ultimo que recuerdo antes de despertar sobre mi cama es un rosto blanco, una piel tan blanca que llega a ser traslúcida, unos ojos negros en los que solo veo muerte, y un sonido ensordecedor destrozando mis tímpanos.

viernes, 25 de octubre de 2019

Eterna


¡Hola a todos!

Hoy vengo con uno de mis trabajitos. Hace unos meses me decidí a mandar un relato a un concurso, solo para probar la experiencia. No seleccionaron mi relato, y aunque sabía que era muy difícil que pasara, una parte de mí creía que lo conseguiría.

Eh, pero no pasa nada. 

Escribir este relato me sirvió como paso para iniciarme en la escritura de forma seria, no solo como entretenimiento. Si no lo hubiera hecho probablemente hoy no estaría haciendo nada de esto.

Como no fue seleccionado, he decidido compartirlo porque no me parece correcto que no vea nunca la luz, no porque piense que es brillante sino por la historia que hay detrás.

Hace unos meses sufrí la pérdida de una persona importante para mí y aunque pasé sus últimos días con ella, se fue antes de lo esperado y no tuve la oportunidad de despedirme. El relato es un homenaje a lo que viví con ella, los años en los que la conocí. El concurso era por el Día Mundial del Alzheimer, y cuento su enfermedad a través de mis ojos.

Espero que al leerlo os llegue parte de ella al corazón como hizo conmigo. 😊🌟

Solía llamar a su puerta cada día a las 11 de la mañana y esperaba a que ella me abriera, aunque yo tenía las llaves de su casa. Me recibía con un gorro de lana color beige que ella misma tejió, con la bata y zapatillas de casa puestas todavía, siempre bajo una mirada maternal y protectora, pero al mismo tiempo dejándose cuidar.

Después de elegir cuidadosamente su ropa, salíamos a pasear por las calles de su barrio. Siempre saludaba a todo el mundo aunque no conocía a nadie, pero su perdición eran los niños. Nunca supe en qué momento lo hacía pero guardaba galletas en el bolso para dárselas a ellos, de los cuales disfrutaba viendo jugar y divertirse.

Tomábamos una taza de café en la misma cafetería cada día. Las camareras nos lo tenían preparado antes de que nos sentáramos, pero ella nunca se dio cuenta.

“¡Qué bueno! Está calentito.” susurraba después del primer sorbo, sonriendo complacida.

Luego paseábamos todo lo que sus fuerzas nos permitieran, sentándonos cada cierto tiempo a descansar, mirando las flores y a la gente pasar por la calle.

La vuelta a casa podía ser muy larga si ella marcaba el rumbo pero se sentía segura a mi lado porque yo le indicaba qué camino escoger cuando dudaba, y nunca nos perdimos.

Esta fue nuestra rutina durante dos años. Pero los últimos meses comenzó, de forma casi imperceptible, a alejarse de mí.

Un día quiso volver a la cafetería poco después de salir porque había olvidado que ya habíamos tomado el café. Otra vez no quiso hacer caso de mis indicaciones y la vuelta a casa se alargó varios minutos. En otra ocasión se enfadó conmigo porque no le dejé ir a dar de comer a los bueyes y me dijo que me marchara a casa.

Poco a poco el verde de sus ojos comenzó a tornarse gris, ya no brillaban de la misma manera. Nunca dejó de sonreír ni de cuidar a los más pequeños pero fue el día en el que me aseguró que ella tenía 32 años cuando supe que se estaba olvidado de quién era.

Los paseos se volvieron cortos, las horas que pasábamos en casa cada vez más caóticas al mismo tiempo que ella perdía su memoria más básica. Pero nunca dejó de sonreír.

Vivió los siguientes dos años rodeada de amigos y los mejores cuidados. Siempre con algo que hacer y alguien con quien hablar. Durante un tiempo dejó de olvidar pero también de recordar. Yo seguí visitándola casi cada día, jugábamos al bingo y a las cartas y nos divertíamos como al principio. Fue cuando tuve que alejarme de ella cuando comenzó a olvidarme. Mis visitas de una o dos horas acabaron durando diez minutos en los que intentaba recordarle quién era yo para ella. Ella sonreía y decía que no se acordaba de mí y luego me mandaba a la cocina a merendar. Así fue como decidí que era el momento de despedirme de ella.

Pasaron nueve meses cuando recibí la llamada que me hizo volver a su lado. Postrada en una cama de sábanas blancas había una niña que llamaba a su madre, pero tenía la misma cara que la mujer con la que compartí tantos paseos. Lo había olvidado todo… o eso creía. Me acerqué a ella y la llamé. Ella me miró y algo en su mirada me dijo que se sentía a salvo. Sonrió y me tendió la mano. No sabía quién era, pero me había reconocido.

Quise recuperar el tiempo perdido, le conté todo lo que había hecho en los últimos meses, le hablé de mi nuevo trabajo y de mi pareja, le conté que había estado en dos bodas ese año y le enseñé las fotos, hasta un día salimos a pasear al jardín, donde cogimos dos flores con las que adorné su pelo. Disfrutamos como hacía tiempo que no lo hacíamos juntas.

El día que supe que ya no tendría que volver me invadió un sentimiento de desamparo. Cuidé de ella durante cuatro años, pero ella me guió y me enseñó a disfrutar de las pequeñas cosas que nos rodean, las que permanecen en la memoria aun cuando se ha perdido todo lo demás. Me regaló carcajadas, alegría y optimismo. Me enseñó que los recuerdos pueden perderse, pero que un buen corazón nunca muere.


                                                                                                                        Viale


viernes, 18 de octubre de 2019

Fin del reto


¡Hola a todos!

Llegué aquí hace un mes sin tener ni idea de donde me estaba metiendo ni lo que iba a hacer, lo único que tenía claro es que quería escribir y no sabía cómo empezar. Sabía que "escribir un libro y esperar que se venda por sí solo" no es la mejor opción, que se pueden hacer más cosas por el camino y creé este blog con la idea de conocerme yo, darme a conocer y sobre todo trabajar practicando mi escritura e implantando hábitos a mi vida que me ayudaran a lograr mi objetivo.

Ha pasado un mes, en el que debo decir que he escrito más y mejor que nunca, me he visto motivada, he continuado proyectos abandonados y me he conocido a mí misma. Hoy puedo decir que este mes de prueba me ha traído resultados realmente positivos y quiero compartirlos con vosotros a través de una auto-entrevista que voy a exponer en las siguientes líneas.

¿He cumplido con el reto de subir 2 entradas por semana?

Aquí tengo que ser muy sincera y lo cierto es que no siempre he cumplido. Me propuse publicar los martes y los viernes, y tanto este ultimo martes como hace dos no lo hice. Y lo cierto es que no ha habido una causa de fuerza mayor que me lo haya impedido, sino que simplemente he estado fuera de casa y no lo he hecho. Si bien es cierto que no me ha supuesto mucho esfuerzo crear contenido, no siempre ha sido fácil, de la "rutina" de publicar dos veces por semana he aprendido cosas de las que hablaré más tarde.

¿Me ha ayudado el reto a crecer como escritora?

Definitivamente sí, el tener la "obligación" de escribir me ha hecho practicar casi a diario, pensar y desarrollar ideas nuevas a las que sacar jugo. Gracias a este proceso hoy puedo decir que me identifico como escritora de forma casi oficial, aún me quedan muchos pasos que dar pero ya estoy dando los primeros. 
También creo que he mejorado en la forma de expresarme y redactar, presto más atención a la hora de construir frases, de usar las palabras adecuadas, ortografía, etc.

¿Qué he aprendido durante este mes?

Lo más básico de todo es que he aprendido a crear y usar un blog. Parece poco serio, incluso en mi cabeza sonaba a broma, pero no tengo muchos conocimientos sobre informática e internet y para mí ha sido algo costoso dar forma al blog, "ponerlo bonito". He pasado horas viendo videos en YouTube, he visitado otros blogs, he trasteado con todas las herramientas que se me ocurrían, y aunque aún me queda mucho que mejorar he conseguido darle al blog algo de "vidilla" y que se vea bonito. Aún así hay que decir que sigue en mantenimiento.
Me he dado cuenta también de que tenía muchas ganas de escribir y que era muy buena idea postear dos veces por semana pero es muy difícil. Como he dicho antes, no me cuesta mucho pensar ideas para escribir en el blog, sobre todo al principio, pero conforme ha ido pasando el tiempo me he vuelto un poco loca por "tener que subir algo sí o sí" y en alguna ocasión he escrito por cumplir. No es algo nuevo que haya aprendido pero sí que esta experiencia me ha hecho confirmar que muchas veces es mejor apostar por calidad que por cantidad, de modo que habrá cambios.
Una cosa muy importante que he aprendido a través de varias experiencias es la importancia de la competencia. Al poco de empezar el proyecto de mi libro me desmotivé mucho porque me di cuenta de que mi idea no era original. Sin embargo en este tiempo, por varias razones, he podido comprobar que aunque mi idea no sea única, puedo aprender de las existentes y hacer mi propia propuesta de valor. Por eso me decidí a continuar. 
Lo ultimo que quisiera añadir es que hay algo que no es que lo haya aprendido sino que más bien lo he recordado, y es que dentro de mí hay mucho más de lo que creo. Había olvidado que la literatura es mi talento, que amo escribir y que tengo grandes ideas, que tengo la capacidad de inventar historias y darles sentido, enganchar a quien las esté leyendo... y sobre todo transmitir. He recuperado mi pasión y no voy a desaprovechar este momento. Ha llegado el momento de salir a la luz, dejar de esconderse. Me toca empezar a triunfar.

¿Qué nuevos objetivos tengo a partir de ahora?


Mis objetivos para el blog son, principalmente, continuar (y crecer). Hablaba antes de apostar por la calidad, de modo que he decidido que a partir de ahora voy a reducir mis entradas a una por semana, y he escogido los viernes. Si me animo, puede que añada alguna más los martes, como he hecho hasta ahora.
Por supuesto, seguir mejorando la apariencia del blog, crear una página de presentación, agrupar el contenido por categorías y hacerlas visibles mediante pestañas, y también tratar de llegar a más usuarios. 
Fuera del blog, de forma más personal, tengo dos grandes objetivos: hacer ejercicios para seguir practicando y mejorando (algunos los compartiré con vosotros) y trabajar en mi libro, el cual está cogiendo una forma preciosa y tiene muy buena pinta. 

¿Cuál va a ser el contenido a partir de ahora?


El contenido no va a cambiar, ninguna de las secciones que he creado me ha disgustado en absoluto y me apetece mucho seguir exprimiéndolas. Una de mis favoritas es Desgranando..., me divierte más que el resto y no va a desaparecer. La frecuencia ideal sería subir uno al mes, y yo creo que es la más viable también. Si hay alguna novela que os gustaría que comentara me gustaría que me sugirieseis 😊
Va a seguir habiendo reflexiones sobre cómo voy, el proceso y mis proyecto.
Gustó mucho mi ejercicio de los personajes así que mi intención no solo es subir más, sino inventar más ejercicios o poner en práctica alguno recomendado.
Y por supuesto seguiré compartiendo textos, poesías, fragmentos, etc. Siempre con la idea de que veáis mi trabajo.
Obviamente cualquier otra sección que se me vaya ocurriendo, irá apareciendo. Estoy aquí para ser creativa 😁.

Valoración final

Estoy tremendamente satisfecha con el rumbo que está tomando esta idea del blog. Me está aportando mucho en mi día a día como hábito de trabajo y ejercicio, también para llegar a los que me leen y en especial para que me conozcan mejor las personas que tengo cerca. 
Estoy muy contenta porque veo que mis esfuerzos no caen en saco roto, sino que van encaminados a algo más grande, cada vez veo más claro que esto es el principio de un gran trabajo, un buen curriculum y una gran herramienta para progresar y mantenerme conectada con aquellos que me ayudan.

Agradecimientos

Me gustaría añadir un párrafo especial porque nada de esto hubiera sido posible si no hubiera contado con el apoyo de algunas personas y es importante para mí que sepan lo mucho que lo valoro.

En primer lugar quiero dar las gracias a mi amor, que fue quien me dio la idea de abrir el blog y desde que supo que quiero ser escritora no ha hecho mas que apoyarme y animarme. Gracias por sacarme de la zona de confort y enseñarme que puedo hacer grandes cosas. Gracias por inspirarme a través de tu increíble personalidad, tu trabajo y tu perseverancia. Gracias por enseñarme que rendirse no es una opción. Gracias por estar ahí siempre.

Quiero también agradecer a mi tía, la cual está detrás de este blog. Gracias por ayudarme a localizar mis puntos fuertes y animarme a sacarles provecho, por guiarme cuando no sabía cómo empezar, por tus críticas constructivas, tus opiniones y tus correcciones cuando ha sido necesario. 

Gracias a los amigos a los que os he pasado el link de este blog como si estuviera traficando y lo habéis valorado, os ha gustado y me habéis animado a seguir.

Y por ultimo pero no menos importante, GRACIAS a todos los que leéis el blog, porque me recordáis que siempre hay alguien dispuesto a escuchar lo que tengo que contar.




FELIZ FIN DE SEMANA