jueves, 31 de octubre de 2019

Especial Halloween


¡Buenas y aterradoras noches!

Me adelanto al día de publicación porque como todos sabemos, hoy es la noche de las brujas y los espíritus. Cada persona vive esta fiesta de una manera, normalmente los niños con disfraces pidiendo caramelos por las casas, otros reuniéndose en lugares poco iluminados para contar historias escalofriantes, otros haciendo maratones de las películas más aterradoras de la historia del cine (para mí es Insidious, por cierto)… Yo también tengo mi pequeño ritual, me gusta ver Pesadilla antes de Navidad comiendo dulces, costumbre a la que no voy a renunciar este año pero antes de ello, quiero celebrarlo con vosotros. 

Tengo a mi izquierda a mi gato negro, a mi derecha a mi perro asustadizo, una luz tenue y silencio en casa. Tengo los mejores ingredientes para preparar una poción de las que solo yo sé hacer: una de mis improvisaciones. 

Pasad una noche de miedo, y disfrutad del día de fiesta de mañana 👻


Estoy tendida sobre una superficie que no reconozco. No sé cuánto tiempo llevo aquí y no recuerdo cómo he llegado. Solo alcanzo a ver una oscuridad profunda y traicionera, llena de amenazas.
No oigo nada, ni el mínimo ruido que pueda darme un ligero indicio de dónde me encuentro, si hay alguien a quién pedir ayuda.
Tengo mucho frío... pero no corre el aire. El frío nace dentro de mí.
Me dispongo a levantarme, comenzando por apoyar mis manos sobre la superficie desconocida. Descubro que no puedo levantar el brazo. Preocupada y sin entender qué está pasando me decido por una tarea más fácil: mover los dedos. Con horror descubro que tampoco puedo.
Una sensación de impotencia comienza a invadir mi interior. "Puede que solo sea ese brazo" me digo para tratar de calmarme. Siento un fuerte impulso de levantarme y salir corriendo, pero ninguna parte de mí responde. No puedo mover ni una sola extremidad, tampoco el cuello ni la boca para gritar auxilio. Tampoco puedo mover los párpados, no hay manera de saber si mis ojos están abiertos o cerrados.
Comienzo a sentir una fuerte presión sobre mi pecho, mi pulso se ha acelerado tanto que temo que pueda pasarme algo grave. La ansiedad se apodera de mí y ni siquiera soy capaz de controlar mi respiración.
Estoy demasiado concentrada en mi inmovilidad como para darme cuenta de que se está formando un zumbido en el ambiente. Tal vez ha comenzado hace rato, no puedo saberlo. Cada vez el zumbido se vuelve más intenso, está perforando mis oídos y alojándose en mi cabeza, haciendo que me duela tanto que siento que me va a estallar pronto.
Estoy pensando tan rápido que no soy consciente del tiempo que pasa, y no veo nada a mi alrededor que me ayude a comprender qué me está pasando. No puedo ver nada.
No veo nada... pero por primera vez puedo sentir que no estoy sola.
Alguien se está acercando a mí muy, muy despacio...
Quiero gritar, pedirle ayuda. Me aferro a esta presencia como a un clavo ardiendo, desesperada por que alguien, sea quien sea, me ayude.
Pero no quiere ayudarme.
Cuando me ha tocado no he sentido el tacto de su piel pero sé que me está agarrando. Siento unos dedos largos y afilados sobre una de mis piernas, cada vez aprieta más y la sensación cada vez se asemeja más a cinco agujas afiladas clavándose en mi piel. Presiona sin piedad y puedo sentir como se deleita infringiéndome dolor, ese dolor que cada vez es más agudo. No sé qué está tocando mi cuerpo... pero no es humano.
Las manos afiladas están escalando por mi cuerpo hacia arriba, deteniéndose en cada paso solo para hacerme sentir dolor. Llega a mi pecho, no solo con las manos, sino que siento más partes de su cuerpo sobre mí. No distingo ninguna, tal vez sean pies, huesos o dientes, pero son diferentes entre sí y su único propósito es mi sufrimiento. Ha parado en mi pecho, lo sé porque no me deja respirar.
Está presionando mi garganta, creo que voy a ahogarme. Me está sujetando con fuerza los hombros y cada vez lo siento más cerca de mi cara.
Lo ultimo que recuerdo antes de despertar sobre mi cama es un rosto blanco, una piel tan blanca que llega a ser traslúcida, unos ojos negros en los que solo veo muerte, y un sonido ensordecedor destrozando mis tímpanos.

viernes, 25 de octubre de 2019

Eterna


¡Hola a todos!

Hoy vengo con uno de mis trabajitos. Hace unos meses me decidí a mandar un relato a un concurso, solo para probar la experiencia. No seleccionaron mi relato, y aunque sabía que era muy difícil que pasara, una parte de mí creía que lo conseguiría.

Eh, pero no pasa nada. 

Escribir este relato me sirvió como paso para iniciarme en la escritura de forma seria, no solo como entretenimiento. Si no lo hubiera hecho probablemente hoy no estaría haciendo nada de esto.

Como no fue seleccionado, he decidido compartirlo porque no me parece correcto que no vea nunca la luz, no porque piense que es brillante sino por la historia que hay detrás.

Hace unos meses sufrí la pérdida de una persona importante para mí y aunque pasé sus últimos días con ella, se fue antes de lo esperado y no tuve la oportunidad de despedirme. El relato es un homenaje a lo que viví con ella, los años en los que la conocí. El concurso era por el Día Mundial del Alzheimer, y cuento su enfermedad a través de mis ojos.

Espero que al leerlo os llegue parte de ella al corazón como hizo conmigo. 😊🌟

Solía llamar a su puerta cada día a las 11 de la mañana y esperaba a que ella me abriera, aunque yo tenía las llaves de su casa. Me recibía con un gorro de lana color beige que ella misma tejió, con la bata y zapatillas de casa puestas todavía, siempre bajo una mirada maternal y protectora, pero al mismo tiempo dejándose cuidar.

Después de elegir cuidadosamente su ropa, salíamos a pasear por las calles de su barrio. Siempre saludaba a todo el mundo aunque no conocía a nadie, pero su perdición eran los niños. Nunca supe en qué momento lo hacía pero guardaba galletas en el bolso para dárselas a ellos, de los cuales disfrutaba viendo jugar y divertirse.

Tomábamos una taza de café en la misma cafetería cada día. Las camareras nos lo tenían preparado antes de que nos sentáramos, pero ella nunca se dio cuenta.

“¡Qué bueno! Está calentito.” susurraba después del primer sorbo, sonriendo complacida.

Luego paseábamos todo lo que sus fuerzas nos permitieran, sentándonos cada cierto tiempo a descansar, mirando las flores y a la gente pasar por la calle.

La vuelta a casa podía ser muy larga si ella marcaba el rumbo pero se sentía segura a mi lado porque yo le indicaba qué camino escoger cuando dudaba, y nunca nos perdimos.

Esta fue nuestra rutina durante dos años. Pero los últimos meses comenzó, de forma casi imperceptible, a alejarse de mí.

Un día quiso volver a la cafetería poco después de salir porque había olvidado que ya habíamos tomado el café. Otra vez no quiso hacer caso de mis indicaciones y la vuelta a casa se alargó varios minutos. En otra ocasión se enfadó conmigo porque no le dejé ir a dar de comer a los bueyes y me dijo que me marchara a casa.

Poco a poco el verde de sus ojos comenzó a tornarse gris, ya no brillaban de la misma manera. Nunca dejó de sonreír ni de cuidar a los más pequeños pero fue el día en el que me aseguró que ella tenía 32 años cuando supe que se estaba olvidado de quién era.

Los paseos se volvieron cortos, las horas que pasábamos en casa cada vez más caóticas al mismo tiempo que ella perdía su memoria más básica. Pero nunca dejó de sonreír.

Vivió los siguientes dos años rodeada de amigos y los mejores cuidados. Siempre con algo que hacer y alguien con quien hablar. Durante un tiempo dejó de olvidar pero también de recordar. Yo seguí visitándola casi cada día, jugábamos al bingo y a las cartas y nos divertíamos como al principio. Fue cuando tuve que alejarme de ella cuando comenzó a olvidarme. Mis visitas de una o dos horas acabaron durando diez minutos en los que intentaba recordarle quién era yo para ella. Ella sonreía y decía que no se acordaba de mí y luego me mandaba a la cocina a merendar. Así fue como decidí que era el momento de despedirme de ella.

Pasaron nueve meses cuando recibí la llamada que me hizo volver a su lado. Postrada en una cama de sábanas blancas había una niña que llamaba a su madre, pero tenía la misma cara que la mujer con la que compartí tantos paseos. Lo había olvidado todo… o eso creía. Me acerqué a ella y la llamé. Ella me miró y algo en su mirada me dijo que se sentía a salvo. Sonrió y me tendió la mano. No sabía quién era, pero me había reconocido.

Quise recuperar el tiempo perdido, le conté todo lo que había hecho en los últimos meses, le hablé de mi nuevo trabajo y de mi pareja, le conté que había estado en dos bodas ese año y le enseñé las fotos, hasta un día salimos a pasear al jardín, donde cogimos dos flores con las que adorné su pelo. Disfrutamos como hacía tiempo que no lo hacíamos juntas.

El día que supe que ya no tendría que volver me invadió un sentimiento de desamparo. Cuidé de ella durante cuatro años, pero ella me guió y me enseñó a disfrutar de las pequeñas cosas que nos rodean, las que permanecen en la memoria aun cuando se ha perdido todo lo demás. Me regaló carcajadas, alegría y optimismo. Me enseñó que los recuerdos pueden perderse, pero que un buen corazón nunca muere.


                                                                                                                        Viale


viernes, 18 de octubre de 2019

Fin del reto


¡Hola a todos!

Llegué aquí hace un mes sin tener ni idea de donde me estaba metiendo ni lo que iba a hacer, lo único que tenía claro es que quería escribir y no sabía cómo empezar. Sabía que "escribir un libro y esperar que se venda por sí solo" no es la mejor opción, que se pueden hacer más cosas por el camino y creé este blog con la idea de conocerme yo, darme a conocer y sobre todo trabajar practicando mi escritura e implantando hábitos a mi vida que me ayudaran a lograr mi objetivo.

Ha pasado un mes, en el que debo decir que he escrito más y mejor que nunca, me he visto motivada, he continuado proyectos abandonados y me he conocido a mí misma. Hoy puedo decir que este mes de prueba me ha traído resultados realmente positivos y quiero compartirlos con vosotros a través de una auto-entrevista que voy a exponer en las siguientes líneas.

¿He cumplido con el reto de subir 2 entradas por semana?

Aquí tengo que ser muy sincera y lo cierto es que no siempre he cumplido. Me propuse publicar los martes y los viernes, y tanto este ultimo martes como hace dos no lo hice. Y lo cierto es que no ha habido una causa de fuerza mayor que me lo haya impedido, sino que simplemente he estado fuera de casa y no lo he hecho. Si bien es cierto que no me ha supuesto mucho esfuerzo crear contenido, no siempre ha sido fácil, de la "rutina" de publicar dos veces por semana he aprendido cosas de las que hablaré más tarde.

¿Me ha ayudado el reto a crecer como escritora?

Definitivamente sí, el tener la "obligación" de escribir me ha hecho practicar casi a diario, pensar y desarrollar ideas nuevas a las que sacar jugo. Gracias a este proceso hoy puedo decir que me identifico como escritora de forma casi oficial, aún me quedan muchos pasos que dar pero ya estoy dando los primeros. 
También creo que he mejorado en la forma de expresarme y redactar, presto más atención a la hora de construir frases, de usar las palabras adecuadas, ortografía, etc.

¿Qué he aprendido durante este mes?

Lo más básico de todo es que he aprendido a crear y usar un blog. Parece poco serio, incluso en mi cabeza sonaba a broma, pero no tengo muchos conocimientos sobre informática e internet y para mí ha sido algo costoso dar forma al blog, "ponerlo bonito". He pasado horas viendo videos en YouTube, he visitado otros blogs, he trasteado con todas las herramientas que se me ocurrían, y aunque aún me queda mucho que mejorar he conseguido darle al blog algo de "vidilla" y que se vea bonito. Aún así hay que decir que sigue en mantenimiento.
Me he dado cuenta también de que tenía muchas ganas de escribir y que era muy buena idea postear dos veces por semana pero es muy difícil. Como he dicho antes, no me cuesta mucho pensar ideas para escribir en el blog, sobre todo al principio, pero conforme ha ido pasando el tiempo me he vuelto un poco loca por "tener que subir algo sí o sí" y en alguna ocasión he escrito por cumplir. No es algo nuevo que haya aprendido pero sí que esta experiencia me ha hecho confirmar que muchas veces es mejor apostar por calidad que por cantidad, de modo que habrá cambios.
Una cosa muy importante que he aprendido a través de varias experiencias es la importancia de la competencia. Al poco de empezar el proyecto de mi libro me desmotivé mucho porque me di cuenta de que mi idea no era original. Sin embargo en este tiempo, por varias razones, he podido comprobar que aunque mi idea no sea única, puedo aprender de las existentes y hacer mi propia propuesta de valor. Por eso me decidí a continuar. 
Lo ultimo que quisiera añadir es que hay algo que no es que lo haya aprendido sino que más bien lo he recordado, y es que dentro de mí hay mucho más de lo que creo. Había olvidado que la literatura es mi talento, que amo escribir y que tengo grandes ideas, que tengo la capacidad de inventar historias y darles sentido, enganchar a quien las esté leyendo... y sobre todo transmitir. He recuperado mi pasión y no voy a desaprovechar este momento. Ha llegado el momento de salir a la luz, dejar de esconderse. Me toca empezar a triunfar.

¿Qué nuevos objetivos tengo a partir de ahora?


Mis objetivos para el blog son, principalmente, continuar (y crecer). Hablaba antes de apostar por la calidad, de modo que he decidido que a partir de ahora voy a reducir mis entradas a una por semana, y he escogido los viernes. Si me animo, puede que añada alguna más los martes, como he hecho hasta ahora.
Por supuesto, seguir mejorando la apariencia del blog, crear una página de presentación, agrupar el contenido por categorías y hacerlas visibles mediante pestañas, y también tratar de llegar a más usuarios. 
Fuera del blog, de forma más personal, tengo dos grandes objetivos: hacer ejercicios para seguir practicando y mejorando (algunos los compartiré con vosotros) y trabajar en mi libro, el cual está cogiendo una forma preciosa y tiene muy buena pinta. 

¿Cuál va a ser el contenido a partir de ahora?


El contenido no va a cambiar, ninguna de las secciones que he creado me ha disgustado en absoluto y me apetece mucho seguir exprimiéndolas. Una de mis favoritas es Desgranando..., me divierte más que el resto y no va a desaparecer. La frecuencia ideal sería subir uno al mes, y yo creo que es la más viable también. Si hay alguna novela que os gustaría que comentara me gustaría que me sugirieseis 😊
Va a seguir habiendo reflexiones sobre cómo voy, el proceso y mis proyecto.
Gustó mucho mi ejercicio de los personajes así que mi intención no solo es subir más, sino inventar más ejercicios o poner en práctica alguno recomendado.
Y por supuesto seguiré compartiendo textos, poesías, fragmentos, etc. Siempre con la idea de que veáis mi trabajo.
Obviamente cualquier otra sección que se me vaya ocurriendo, irá apareciendo. Estoy aquí para ser creativa 😁.

Valoración final

Estoy tremendamente satisfecha con el rumbo que está tomando esta idea del blog. Me está aportando mucho en mi día a día como hábito de trabajo y ejercicio, también para llegar a los que me leen y en especial para que me conozcan mejor las personas que tengo cerca. 
Estoy muy contenta porque veo que mis esfuerzos no caen en saco roto, sino que van encaminados a algo más grande, cada vez veo más claro que esto es el principio de un gran trabajo, un buen curriculum y una gran herramienta para progresar y mantenerme conectada con aquellos que me ayudan.

Agradecimientos

Me gustaría añadir un párrafo especial porque nada de esto hubiera sido posible si no hubiera contado con el apoyo de algunas personas y es importante para mí que sepan lo mucho que lo valoro.

En primer lugar quiero dar las gracias a mi amor, que fue quien me dio la idea de abrir el blog y desde que supo que quiero ser escritora no ha hecho mas que apoyarme y animarme. Gracias por sacarme de la zona de confort y enseñarme que puedo hacer grandes cosas. Gracias por inspirarme a través de tu increíble personalidad, tu trabajo y tu perseverancia. Gracias por enseñarme que rendirse no es una opción. Gracias por estar ahí siempre.

Quiero también agradecer a mi tía, la cual está detrás de este blog. Gracias por ayudarme a localizar mis puntos fuertes y animarme a sacarles provecho, por guiarme cuando no sabía cómo empezar, por tus críticas constructivas, tus opiniones y tus correcciones cuando ha sido necesario. 

Gracias a los amigos a los que os he pasado el link de este blog como si estuviera traficando y lo habéis valorado, os ha gustado y me habéis animado a seguir.

Y por ultimo pero no menos importante, GRACIAS a todos los que leéis el blog, porque me recordáis que siempre hay alguien dispuesto a escuchar lo que tengo que contar.




FELIZ FIN DE SEMANA

viernes, 11 de octubre de 2019

Desgranando... "Lolita"


¡Muy buenas tardes a todos! Y feliz viernes 😀

Hoy es día 11, estamos en la recta final del reto a solo 4 días de cumplir el mes escribiendo el blog. Tengo una buena reflexión que hacer y algunos cambios que plantear pero lo dejaremos para otro post porque el de hoy viene cargadito.

Hace tiempo que tengo ganas de escribir sobre esto pero no veía el momento, era una de las primeras ideas que tuve al abrir el blog pero prefería dejarlo para más adelante y creo que ya ha llegado la hora. 

Como veis en el título hoy os traigo otro "Desgranando...", una sección que me encanta porque, lo admito, disfruto muchísimo abriendo en canal las novelas que me leo. 

Hace unos meses por fin leí uno de los libros de mi montaña: "Lolita" de Vladimir Nabokov. El mío en concreto es una edición preciosa de Anagrama (limitada) que compré por Amazon. Me costó un poco más de lo que me hubiera gustado pero... ¡no pude resistirme!


No me digáis que no es una preciosidad...

Al ser un clásico de la literatura, Lolita está más que analizado y poco se puede aportar más que un sobrio análisis y mi humilde opinión, así que lo haré de la forma más amena posible. 

La editorial Olympia Press publicó por primera vez esta obra de Nabokov en Paris en 1955, no sin antes haber sido rechazada en varias ocasiones por ser considerada pornográfica e inapropiada, un pensamiento adecuado a la época de la que se trataba. Un dato a tener en cuenta es que curiosamente, la editorial Olympia Press solía, precisamente, publicar libros pornográficos (hecho que Nabokov ignoraba). Pero gracias a esta oportunidad hemos sido obsequiados con lo que, a mi parecer, es una obra maestra literaria. 

Todo el mundo conoce a grosso modo la historia de Lolita, una joven que tiene una relación con un hombre bastante mayor que ella. Si bien es cierto, al leer nos encontramos con una realidad mucho mayor, más compleja e infinitamente más oscura. El protagonista de la novela es Humbert Humbert, un hombre de mediana edad que desde el principio nos explica que siente una gran fascinación por las chicas muy jóvenes, a las que él llama nínfulas, cuyas edades están comprendidas entre los 10 y 14 años.

Wow. Acabamos de darnos cuenta de que Humbert es un pedófilo. Primera revelación chocante. Continuemos leyendo.

La obra está narrada en primera persona desde el punto de vista de Humbert. Creo que vamos entendiendo el por qué de la polémica que surgió en torno a este libro. Este punto de vista nos permite empatizar con el narrador de la historia, conocer sus pensamientos y sus recuerdos y comprender sus actos. Y aquí es donde entra el gran dilema. La idea de que la historia siempre es contada por los vencedores nos llega a la mente, donde creemos que precisamente son estos los buenos. Esto crea un conflicto en nosotros los lectores porque obviamente sabemos que nuestro protagonista no es precisamente una buena persona. Acompañamos a Humbert a lo largo de toda la historia y nos damos cuenta de cómo trata de justificar sus acciones en todo momento, especialmente cuando siente algún tipo de remordimiento, lo cual es bueno porque este hecho lo humaniza. 

Paralelamente tenemos a nuestra querida Lolita. Se le ha atribuido el término lolita a un tipo de adolescente especialmente "tentadora" y seductora, y esto viene porque en ciertos momentos de la historia vemos una "incitación" sexual por parte de Lolita a nuestro enfermizo protagonista, lo cual alimenta sus fantasías. Aquí debo hacer un inciso y dejar mi opinión. Lolita (o Dolores) es una joven de 12 años con una actitud desafiante, rebelde y demasiado sexual para su edad. Siendo honestos... muchas niñas de esa edad pueden actuar de forma similar, no es ningún secreto. Interpreto este comportamiento como una forma de enfrentarse a su madre, una insurrección de origen meramente hormonal. El gran problema de Dolores fue, por desgracia, topar con este individuo. Aquí vemos que se juntaron el hambre con las ganas de comer. 

¿Por qué creo que Lolita es una obra maestra?

A lo largo de toda la historia vemos una evolución psicológica de los personajes a través de la mirada subjetiva de Humbert. Vemos a Lolita crecer y madurar, tener una vida "normal" y cómo interactúa con su entorno. Vemos a Humbert convertir un ferviente deseo (no olvidemos que está provocado por una perversión) en lo que, para él respecta, un romance, huir y adaptar a Lolita a lo que él cree que es lo mejor para ella porque realmente la ama, y acabamos viendo a un hombre capaz de todo por "amor".

Por otro lado es digno de mención el recurso de las descripciones de los viajes. Siendo muy sincera, a mí personalmente tanta descripción de tanto paisaje en tanto viaje me aburría, pero creo que es un elemento importante en la historia que nos refleja el paso del tiempo a través de los lugares. 

La narrativa de Vladimir Nabokov tiene un ritmo bastante ligero, no se hacen pesados los acontecimientos sino que logra atraparte con sus palabras y deseas saber qué va a pasar a continuación.

Necesario evidentemente hablar de la connotación erótica de la novela. Tenemos pasajes bastante explícitos y otros que no lo son tanto. Según la atmósfera en la que se desarrollan nos producen unas sensaciones u otras, todas ellas muy realistas. Para mí esto es digno de admiración.

Al final del libro (al menos en esta edición en concreto) hay una nota del autor en la que hay un fragmento que me llamó mucho la atención y quiero compartir con vosotros:

"Los profesores de literatura tienden a plantear problemas tales como: "¿Cuál es el propósito del autor?" o, peor aún: "¿Qué trata de decir este tipo?" Ahora bien, ocurre que pertenezco a esa clase de autores que al empezar a escribir un libro no tienen otro propósito que librarse de él."

Me encanta esta cita porque nos hace plantearnos la forma en la que analizamos todo lo que leemos (en este caso), pero aplicado a Lolita voy a respetar a Nabokov y no voy a buscar significados entre líneas. Sin embargo debo decir que, tal vez sin querer, el autor nos ha logrado crear conflictos éticos y morales, un sinfín de sensaciones por y para cada personaje y nos provoca pararnos constantemente a identificar y recordar qué estamos leyendo.



Ahora voy a irme un poco por las ramas ya que he cogido carrerilla. Nada más terminar el libro vi la película de 1997 dirigida por Adrian Lyne. Bueno... creo que fue un error verla tan pronto porque solo vi las cosas malas, las diferencias con el libro y el gran GRAN error del que sí voy a hablar: la película ha romantizado la historia.
Al no profundizar demasiado en el cuadro psicológico de Humbert solo vemos a un hombre enamorado de una chica joven, la cual sí que se muestra más fiel a la del libro (maravillosa actuación de Dominique Swain). Creo que le dieron un enfoque erróneo porque el argumento no es ese, no es la historia de amor. A pesar de que la película nos lo deja entrever, cuando terminamos de leer el libro la única idea que tenemos clara es que Humbert es un enfermo mental, pedófilo, agresivo y retorcido. Humbert es, en esencia, un monstruo.

Enlace para comprar el libro en Amazon:




martes, 8 de octubre de 2019

Amor


¡Buenas tardes! ¿Qué tal va vuestro inicio de semana? 

Estoy muy contenta porque empiezo a ver frutos de mi trabajo. He hecho unos cambios en el blog para que se vea más bonito, veo que me han subido un pelín las visitas y que ya encuentro el blog en el buscador de Google (¡bieeeen!). Además siento que cada vez me va resultando más fácil escribir e incluso inspirarme, al principio tenía que pensar mucho sobre qué escribir pero estoy reconectando con la Viale creativa del pasado, surgen ideas con más facilidad, me cuesta menos expresarme y estoy desarrollando ideas pasadas a las que no llegué a dar forma. Y si soy sincera, creo que tengo un buen proyecto entre manos con el que puedo llegar a conseguir algo bastante interesante 😁👀

Hoy quiero hablar sobre el gran inspirador de los escritores: el amor, un sentimiento del que surgen grandes clásicos, novelas que todos hemos leído, hermosas poesías y miles de canciones. El amor nos llena de vida y saca lo mejor de nosotros, y a veces tenemos la suerte de compartirlo con alguien muy especial. 

Quiero enfocarme en ese "alguien especial", que surge de la nada y se convierte en todo. Te devuelve la ilusión, te enseña cosas nuevas y te hace sentir cosas a las que no sabes poner nombre. 

Ese "aaay" del principio cuando sientes que no sabes qué tiene esa persona, que te lo remueve todo y lo único que quieres es verle. Con el tiempo se van creando momentos, recuerdos, y cuanto más le conocemos más queremos conocerle, se forja un vínculo diferente, más fuerte que cualquier otro y nos lleva a entregarnos en cuerpo y alma. Si continúa avanzando el tiempo y mantenemos estas sensaciones... significa que hemos encontrado un diamante. 

Hoy me siento romántica y por eso he escrito un texto sobre personas especiales, sobre momentos y sensaciones que debemos guardar en nuestros corazones porque son únicas e irrepetibles. Y sobre todo quiero dedicárselo a mi persona especial, cuyo apoyo ha sido vital para el desarrollo de mi proyecto. 

Esto es para ti, mi amor 💓🌹



Su pelo castaño se volvía rubio bajo los rayos del sol, y sus ojos me recordaban a las aguas de un lago escondido en medio de un bosque. Transmitían la misma paz.

Su voz era dulce como una poesía, igual de suave al gritar que al susurrar.

Aún no sé cómo era capaz de hacerme olvidar cada aspecto de mi vida cuando estaba con él, mi pasado y mis obligaciones, todo desaparecía cuando me abrazaba.

Me llamaba “bonita”, “guapa” o “preciosa” y me hacía sentir como si nunca nadie lo hubiera hecho antes, como si fuera la primera vez que escuchara palabras bonitas.
Solo él era capaz de hacerme recordar que era especial.

Cantábamos juntos en el coche mientras él conducía, y disfrutábamos tanto que se me llegaba a olvidar que nunca se me dio bien cantar.

Las estrellas brillaban más intensamente cuando las mirábamos juntos, abrazados, en medio de la nada y sintiéndonos diminutos como granos de arena en el desierto. Nos quedábamos asombrados por su belleza, hablábamos del universo y buscábamos el sentido de la vida.
Y luego nos besábamos.

Aprendíamos de cada pelea, nos enseñábamos a cuidarnos y hasta en los peores momentos nos buscábamos. Podíamos con todo.

Nos hicimos fuertes, nos quisimos más cada día, y el eco de aquel hermoso amor resonó en la eternidad.

viernes, 4 de octubre de 2019

Una vieja poesía

¡Muy buenas tardes! 

En primer lugar quiero disculparme porque he fallado, el martes pasé el día fuera y no publiqué nada. Pero hoy es viernes y sigo aquí 😀
Con respecto al post de la semana pasada, me lo pasé genial improvisando y tuvo una acogida bastante buena así que me animó bastante a seguir haciendo cosas así. 

Hoy también me gustaría compartir algo mío, esta vez me decanto por rescatar de mi cajón algo que escribí hace algunos años y de lo que, sinceramente, estoy bastante orgullosa. 

Es una pequeña poesía que escribí en 2009 o 2010, mi primera poesía, a la que le tengo un cariño muy grande. Recuerdo que pasaba todas las horas de clase garabateando textos y dibujos en los márgenes de mis cuadernos en vez de atender a lo que mis profesores decían (curiosamente aprobé ese curso). Fue así como nació mi primera "creación", supongo que durante alguna clase de historia. Lo más curioso de esta poesía es que ha estado muchos años perdida. 

La escribí en un papel con un dibujo de un lago en la parte de atrás y más tarde la copié en otro lugar. El papel original se lo regalé a mi abuela unos meses después porque fue ingresada en el hospital y fue mi forma de darle fuerzas para que se recuperase. Recuerdo que mi madre me contó que se lo había enseñado y dijo en un suspiro: "Ay, Viale... ¿Qué será de ella?". No recuperé ese papel y no se qué hizo mi abuela con él pero estuve muchos años recordando mi poesía sin saber donde estaba. Pero hace unos meses rebuscando en una caja en la que tengo cientos de papeles llenos de más escritos y otros dibujos hechos en clase... apareció la copia de repente. Me puse muy contenta. "No vuelvo a perderla", pensé, y la copié en un cuaderno con otras poesías y reflexiones que he ido escribiendo desde mis 18 años hasta hoy. 

Sin más dilación, os presento una poesía sin nombre, con versos libres y con fallitos pero a la que tengo mucho cariño. ¡Espero que la disfrutéis!


Soledad.
El viento se ha llevado 
las blancas palabras
que un día
me susurraste.
Lloré frente el lago 
que tanto a ti me recordaba.
Acaricié sus dulces aguas
con mi salado dolor.
Y quise morir.
Volé sobre el lago
que tanto a ti me recordaba.
Imaginé que estabas conmigo.
Quise derretir el hielo de mi corazón.
Y te encontré...

🌹🌹🌹🌹🌹🌹🌹🌹🌹