viernes, 29 de noviembre de 2019

Ojalá...


Hay momentos en nuestras vidas en los que tenemos algo importante en nuestras manos pero no somos conscientes y no le sacamos partido. Tal vez la razón sea que somos demasiado jóvenes o demasiado mayores, que no tengamos recursos suficientes o que no confiemos en nosotros mismos. 


Ojalá hubiese sido valiente y reconocido que te amaba, decirle al mundo entero que te veía a escondidas y creaba cosas bellas a partir de lo que tú me contabas.


Ojalá no me hubiese avergonzado de mis textos y mis ideas, que podían no ser las mejores pero eran mías y podrían haberse convertido en algo mejor.


Ojalá le hubiese contado a cada persona que conozco que tú, la literatura, eres mi pasión y has estado conmigo siempre, que inventábamos cuentos cuando era pequeña, me inspirabas para que escribiera un sinfín de libros que nunca llegué a empezar, que más adelante nacieron las poesías y que juntas podíamos crear infinitos mundos.


Ojalá hubiese sabido que podía hacerlo, que tenía talento y cultivarlo me daría grandes resultados.


Ojalá alguien me hubiese dicho que podría dedicarme a ello, que existe todo un mundo alrededor de ti y que nunca me caería del cielo la oportunidad de ser la mejor si no la buscaba.


Ojalá hubiese trabajado en ti como lo estoy haciendo ahora, nadie me hubiese parado cada vez que una idea nacía y hubiese sido constante. Tal vez podría haberme nutrido de ti durante años hasta dar bellos y dulces frutos.


Ojalá nunca hubiese tenido miedo de ser juzgada por lo que estábamos creando, porque ese miedo se ha hecho mayor con el tiempo y ha hecho que me olvide de ti durante mucho tiempo.


Ojalá te hubiese tratado mejor, te hubiese cuidado y nunca hubiese ocultado todo lo que me estabas enseñando, que era la posibilidad de un futuro brillante.


Ojalá te hubiese escuchado y nunca te hubiese negado. Porque yo te abandoné pero tú a mí no.


Ojalá hubiese creído en mí como tú lo hacías, tal vez hoy no sería tan duro trabajar y conseguir lo que nunca he admitido que anhelo: vivir de ti.


Ojalá nunca te hubiese transformado en lo que no eres, de algo bello a oscuro en lo que refugiarme evitando miradas y juicios.


Ojalá te hubiese dedicado todo mi tiempo. Hoy no sería tan difícil llegar a ti.


Un día nos damos cuenta de que hemos "desperdiciado" una oportunidad y, por supuesto, nos da mucha pena. Pensamos que si hubiéramos practicado mucho más, probablemente ahora nos fuera mejor. Y tal vez sea así. 

Sin embargo de nada sirve martirizarse. Todo tiene un momento y una razón y aunque algunas veces no nos demos cuenta de las oportunidades que están frente a nosotros "porque no hacen ruido" no significa que todo esté perdido.

Lo más importante es ser consciente del ahora, de que nuestro momento no ha pasado y las decisiones incorrectas del pasado son oportunidades de aprender. No será tan fácil, nos costará más, pero no debemos volver a dejarlo pasar o nos volveremos a arrepentir.

¿Qué quiero?

¿Qué busco a largo plazo?

¿Cuál es el primer paso?

¿Qué acciones me van a llevar a mi objetivo?

Todo comienza con un "yo puedo" seguido de "vamos allá". 

Tu momento es el que tú elijas que sea.

Feliz fin de semana.

viernes, 22 de noviembre de 2019

Desgranando... "El Cazador de Piratas, la Travesía de Elena"


¡Hola a todo el mundo! Bienvenidos un viernes más a mi blog, mi rincón de expresarme libremente en el ámbito literario.

Hoy estoy muy contenta porque este post va a dar comienzo a una nueva etapa que espero que traiga consigo aprendizaje, mucha lectura y grandes proyectos. Hace un par de entradas mencioné que voy a empezar a realizar colaboraciones... y hoy tengo el placer de presentaros la primera.

Como habéis podido comprobar, las colaboraciones vendrán en la sección Desgranando... y consistirán en analizar como a mí me gusta las obras de algunos autores noveles o menos conocidos (no implica esto que deje de "desgranar" obras más conocidas o grandes clásicos). 

Desde hace algunas semanas comencé a estar más activa en redes sociales, lo cual me dio la oportunidad de conocer a otros escritores y aprender aspectos técnicos que desconocía. A raíz de esto, por una sucesión de acontecimientos, contacté con algunos autores cuyos libros me ofrecieron para poder reseñar.

¡Y ACEPTÉ!

Me gustaría agradecer a estos autores que hayan confiado en mí y que me hayan dado esta oportunidad, es para mí un gran paso como bloguera, lectora y escritora.

Inaugurando estas colaboraciones tenemos la primera novela publicada de Jesica Sabrina Canto: El Cazador de Piratas, la Travesía de Elena, nada más ni nada menos que desde Buenos Aires.

Jesica Sabrina Canto es una escritora argentina que se dedica a escribir artículos para revistas online y realizar talleres de escritura con varios colaboradores. 

He leído sobre ella y he escuchado una entrevista que le hicieron en un programa de radio y creo que es una chica que tiene bastante potencial como escritora. Es autora también de otros libros como Entraña del adiós o La chica de los libros.

El Cazador de Piratas, la travesía de Elena nos cuenta la historia de Elena, una joven de 23 años que, tras ser liberada de la esclavitud en un barco pirata, busca la manera de saciar su sed de venganza. 
Conocemos a Elena durante los últimos minutos de su cautiverio, durante los cuales advertimos de cómo han sido sus últimos años de vida y las crueldades a las que ella y sus compañeras han sido sometidas.

Durante la novela no solo nos quedamos con Elena, nuestra protagonista, sino que Jesica nos aporta puntos de vista de otros personajes relevantes para la historia. Un elemento muy importante que emplea es el recuerdo. Esta es una manera muy positiva de conocer al personaje, su historia y la razón de que se encuentren en ese momento y en ese lugar de la novela. Por supuesto, de quien más recuerdos obtenemos es de Elena, ya que la historia gira en torno a ella, pero no por ello hay que menospreciar los de los otros personajes, y es algo importante a tener en cuenta mientras se lee.

Debo reconocer que al principio me resultaba ligeramente "caótico" que hubiera tantos puntos de vista, pero se debe a que no comprendía su misión en la historia, que no es otra que mostrarnos lo crueles que son los piratas.

Y esta es la idea principal sobre la que gira toda la historia: los diabólicos actos de los piratas, retratados como seres repugnantes tanto física como psicológicamente.

 Una cualidad muy buena que me gustaría destacar de Jesica Sabrina Canto es la rigurosidad con la que ha conseguido que imagine y caracterice a cada personaje (sobre todo estos repulsivos piratas) con pocas palabras y un lenguaje sencillo, sin complicarse demasiado. Era consciente de esto durante mi lectura, sin embargo no me di cuenta hasta el final de que este era el principal objetivo de la autora: crear unos personajes a los que aborrecer y odiar, totalmente deshumanizados y privados de cualquier característica que permita empatizar mínimamente con ellos. 

Y vaya si lo ha conseguido.

Desde el primer momento con las primeras descripciones de los piratas me descubría pensando "qué asco", lo cual denota que el punto fuerte de Jesica son las descripciones.

Por otro lado tenemos las subtramas (sobre las que no voy a indagar porque acabaría haciendo spoilers y eso va contra la ética de este blog), personajes secundarios que son vitales para la trama principal y con los que nos acabamos encariñando, los escenarios pacíficos y luminosos, recuerdos felices...todos ellos son elementos en los que se encuentra la esencia de la novela, ese "encanto" que ha conseguido que me guste lo que he leído.

Me gusta la manera en la que se ve reflejado el tormento de cada personaje a través de sus recuerdos, sus traumas y sobre todo el impulso que les lleva a querer vengarse de los piratas. Creo que los personajes están bien construidos a pesar de no ser psicológicamente complejos.

En general es una lectura muy amena, se lee rápido y, en mi opinión, lo mejor es que trasladamos nuestras mentes directamente a la historia que Jesica Sabrina Canto nos está contando (se imagina con claridad, se vive).

Y para terminar voy a añadir una curiosidad personal. He renegado toda mi vida de la lectura en soporte electrónico porque soy de esas amantes fieles de los libros en papel. Con El Cazador de Piratas no me ha quedado otro remedio que leerlo en formato Kindle y ha supuesto un pequeño esfuerzo por mi parte. Sin embargo debo admitir que no ha sido tan malo como me había imaginado. Acostumbrada a las pantallas en mi vida diaria he leído más rápido, la iluminación me ha parecido un punto a favor y ha sido cómodo poder leer en cualquier lugar sin tener que llevar el libro a cuestas. Oficialmente, mi primera experiencia con eBook ha sido positiva. Aunque... me da pena no poder añadir un tomo más a mi colección.







viernes, 15 de noviembre de 2019

Escribir para desahogarse


¡Hola a todos! 

Llevo un buen rato sentada mirando la pantalla, con los dedos sobre el teclado esperando recibir "la iluminación divina" que me diga sobre qué escribir, pero no ocurre y sé perfectamente por qué.

Llevo así toda la semana, buscando un tema concreto sobre el que hablar o pensando alguna historia o poesía de las mías. No es falta de inspiración ni un bloqueo como aquellos de los que hablé en una de mis primeras entradas (ésta en concreto), sino que tiene más que ver con un estado de ánimo que se está alargando tal vez demasiado. Por esta razón sí, he escrito esta semana, pero no creativamente sino para desahogarme. Muchas veces pensamos que hay que escribir solo para contar historias, expresar opiniones o describir hermosos sentimientos, nos perdemos en buscar la manera artística de hacerlo y olvidamos que escribir es la mejor manera de soltarlo todo.

Como humanos que somos, tenemos sentimientos y éstos pueden llegar a ser muy fuertes, a veces llegan a nublarnos la vista y a "entorpecer" nuestras vidas. Alguna vez en nuestras vidas todos hemos estado tan enamorados que no podíamos dormir o comer, tan tristes que no queríamos levantarnos de la cama, o tan furiosos que hemos descargado contra, tal vez, alguien que no lo merecía. Nada de esto en nuevo para nadie.

Aunque no haya que reprimir nuestros sentimientos (desde luego que jamás hay que hacerlo), no es sano dejar que se apoderen de nosotros hasta tal punto.

Por eso os doy un vialeconsejo: Cada vez que sintáis algo demasiado intenso, escribid sobre ello. Escribid para contároslo, soltarlo, entenderlo y sanar. Nadie tiene que leerlo, hacedlo para vosotros mismos. 

Es tan terapéutico como necesario tomar una pausa, respirar y plasmarlo todo sobre un papel. Recomiendo hacerlo de la forma tradicional, con papel y boli. Mientras escribimos, nos estamos enfocando en el sentimiento y eso crea adrenalina. Al mover el boli la estamos canalizando y sale de nosotros, creando una sensación de calma y desahogo. Después lo leemos y nos damos cuenta de que hay mucho más tras esos sentimientos de lo que percibíamos en un principio, estamos reconectando con nuestro corazón. 

A veces, incluso lo que escribimos es hermosos sin querer. 

Mucha gente recomienda quemar el papel después de escribir, o destruirlo de alguna manera. En mi opinión esto es poco menos que un sacrilegio. No es malo recordar en el futuro como nos sentimos aquella vez, tal vez llegue a ser un apoyo y referencia. Además de que, como he dicho antes, puede que hayamos creado algo verdaderamente bonito. Sea como sea, cualquier cosa que hayamos escrito es digna de ser conservada.

Sin embargo hay muchas veces que no sabemos cómo empezar, así que os voy a dar algunos tips que a mí me funcionan:


 -Busca un momento en el que estés solo, la privacidad es esencial para poder desahogarse sin temer nada.

 -Si no sabes cómo empezar, identifica la frase o palabra que más se repita en tu cabeza.

 -No taches ni borres, recuerda que lo que escribes es solo para ti y cualquier cosa que digas está bien.

 -Utiliza el lenguaje que tú quieras.

 -Si hay más personas implicadas en tus sentimientos (por ejemplo, alguien te ha ofendido) escribe imaginando que hablas con esa persona, dirígete a ella y dile todo lo que quieres decirle.

 -No pares de escribir hasta que no te quedes completamente vacío.

 -Ten un cuaderno o diario al que recurrir cuando quieras escribir sobre lo que sientes.



Contadme si recurrís a esta práctica o si os gustaría hacerlo. 

Recordad que un corazón hay que cuidarlo igual que la piel o cualquier órgano vital.

Y sobre toso, que lo último que quede tras desahogarnos sea una sonrisa.

Feliz fin de semana.




sábado, 9 de noviembre de 2019

Literatura


¡Hola a todos! 

No se a vosotros pero a mí esta semana se me ha hecho un poco larga, pero... ¡por fin es viernes! Toca descansar, tener más tiempo y lo mejor: el post de Viale 😉

A pesar de que se me ha hecho larga la semana por circunstancias personales y por tener bastante trabajo, estoy muy contenta y os voy a decir por qué. Lo primero es que desde hace unos días están subiendo las visitas del blog, de hecho están subiendo tanto que estoy muy sorprendida. Los que llegasteis de los primeros sabéis que no era mi intención crear un blog grande, sino que sería algo un poco íntimo y como apoyo en mi camino hacia la escritura. Sin embargo ya han pasado casi dos meses y la idea ha ido evolucionando. Ahora que van aumentando las visitas debo admitir que me siento bastante satisfecha, orgullosa de cómo va creciendo el blog y de ver que gusta lo que hago. No es por echarme flores pero siento que estoy haciendo un buen trabajo y es una sensación muy agradable que pocas veces he tenido. Al darme cuenta de esto he decidido que no quiero parar, no tengo el foco en llegar a un gran número de personas, pero sí en continuar creciendo, digamos "profesionalmente", aprendiendo y haciendo cosas nuevas.

Por otro lado, tengo una gran noticia. Por una serie de decisiones que he ido tomando durante esta semana he llegado a un punto que va a ser muy positivo y que tengo intención de aprovechar al máximo. He contactado con algunos autores y voy a empezar a colaborar con ellos para la sección "Desgranando...".
Estoy muy contenta porque estos autores (que no tienen un currículum precisamente pequeño) han valorado positivamente mi trabajo y para mí es un gran halago, además de una gran oportunidad. Pronto habrá más novedades.

Estaba meditando sobre estos acontecimientos y hablándolo con mi padre cuando me ha dicho que ahora voy a tener que leer mucho. Esto me ha hecho pensar que sí, es cierto, y estoy encantada. Adoro leer y, aunque he abandonado el hábito en los últimos años, he sido una auténtica devoradora de libros. Hoy voy a contaros cómo empezó todo.



Tenía 6 años cuando mis padres me llevaron al cine a ver Harry Potter y la Piedra Filosofal. Mi padre había leído el libro y más o menos un año después me animó a hacerlo yo también. Siempre había leído muchos cuentos pero ese libro era un reto para mí, ¡había muchas palabras! ¡Y sin dibujos! 
Afortunadamente nuestra querida J.K. Rowling tiene un don para transmitir y contar historias complejas de forma sencilla, y enganchar tanto a los mayores como a los más pequeños. Y así me inicié en la lectura. 

Durante los próximos años me convertí en ese espécimen de niña que lee libros "de mayores" (¡sin dibujos!) y aunque en el colegio no era la que más amigos tenía, tenía algunos que compartían esa pasión por los libros y las historias fantásticas. Conforme fui creciendo, mis gustos evolucionaban, entraba en la pre-adolescencia y me hice muy fan de los diarios de Gerogia Nicolson, saga de libros que recomiendo a cualquier persona joven que se encuentra en esa fase de su vida. 

Poco tardé en conocer la saga Crepúsculo, y enamorarme de los vampiros como cualquier adolescente de aquella época, fue una moda maravillosa que, en mi opinión, quedó destruida con el lanzamiento de las películas.

Y ahora llegamos a un puto clave en mi vida como lectora: la clase de literatura universal. Escogí la rama de letras y esa asignatura era obligatoria, no me hacía especial ilusión pero era lo que tocaba. Los libros que nos mandaron leer ese año proporcionaron mi primer contacto con la literatura clásica, y no me desagradó. Conocí un sinfín de autores que me llamaron mucho la atención pero fue más tarde, durante uno de los años que cursé Bachiller cuando llegué a amar la literatura. Tuve una profesora que me transmitió esa pasión y no me fue difícil comprenderla. Por segunda vez en mi vida leí una obra de Shakespeare: Hamlet. Disfruté de esa obra, leyéndola, leyéndola otra vez, analizándola y con numerosos debates en clase. No podía creer lo maravillada que me hacía sentir "ese libro tan viejo" y no dudé en adentrarme más en aquel mundo.

La metamorfosis de Franz Kafka me aportó un nuevo enfoque, los debates de clase se volvieron un "qué querrá decir" y me encantaba buscar significados, perderme entre metáforas y simbolismo a la vez que un realismo que me fascinaba.

Unos años después decidí comprarme Orgullo y Prejuicio de Jane Austen, donde disfruté durante toda la lectura, con una gran sonrisa, de la belleza de sus palabras, especialmente para crear escenarios y exponer sentimientos. Debo decir, que se convirtió en uno de mis libros favoritos. Hace poco compré Sentido y Sensibilidad, y tengo ganas de empezarlo pero va a tener que esperar.

Esta es mi historia con los libros resumida, para que me conozcáis un poquito mejor. 

Por ultimo deciros que, como he dicho al principio, las visitas están subiendo ¡pero nadie se suscribe! Me haría mucha ilusión que lo hicierais, además de ser de ayuda. 

Dicho esto, gracias por pasaros un viernes más, os deseo una semana maravillosa y llena de alegrías. 😊