Yo he pasado buena semana, ha sido tranquila pero productiva, estoy dedicando bastante tiempo a mi proyecto y eso me inunda de felicidad... así que hoy vengo muy motivada 💪💪💪
Hoy vengo a hablaros de un ejercicio que me he propuesto, y de paso proponeros que vosotros también lo hagáis en casa. Es muy positivo para trabajar la imaginación y la creatividad, para quitar las telarañas o para iniciarse en el mundillo.
El ejercicio consiste en inventar personajes. Muchas veces pasamos horas buscando crear un personaje que "quede bien" en nuestra historia, crearle una personalidad y unas vivencias a raíz de una historia que nos hemos inventado. Lo que yo propongo es crear uno desde cero y sin propósitos, inventar un pasado para él y forjar su personalidad como si estuvieras utilizando la herramienta "Crear Sim". Te aseguro que la historia que surja a su alrededor puede ser mágica.
Se me ocurrió este ejercicio hace unos días tras ver un vídeo en YouTube en el que el youtuber en cuestión daba 5 tips para la creación de personajes. Cuando me puse a ello supe desde el primer momento quién iba a ser mi personaje: el capitán de barco pirata. Comencé a escribir rasgos de su personalidad, manías, conductas, gustos, etc. Conforme iba escribiendo, más ideas pasaban por mi mente, más me concentraba y más absorta quedaba en el documento de Word. Casi sin darme cuenta estaba inventando un pasado para él, lo cual me llevó a redactar su presente. ¡Incluso añadí otros personajes!
Al momento de parar de escribir me di cuenta de que tenía una sonrisa enorme, estaba disfrutando como una chiquilla. Pensé que ya sabía que escribir me hace feliz pero no recordaba haber tenido esa sensación desde hace mucho tiempo.
Me sentí viva, sentí que había dado vida a mi capitán y su tripulación, podía verlos en mi mente surcando mares a mediodía, al capitán sujetando el timón y cantando una canción mientras unos marineros limpian la cubierta y otros arrían velas.
Es magia...
Debo reconocer que casi me emociono al hablar de esto, es una sensación dificil de describir con palabras. Me alegra tener un lugar donde poder hablar sobre ello y expresarme tanto como he querido.
🤩Me encanta🤩
Llegado a este punto seguro que tenéis muchas ganas de conocer al capitán. Siento decir que hoy no voy a presentarlo, pero tengo algo mejor: os voy a ofrecer una improvisación. Voy a crear un personaje aquí y ahora, y es mi regalo para vosotros. Un pedacito de mí.
Y recordad que esto solo es el principio, vendrán mejores textos y mejores personajes, pero de momento esta soy yo, sin filtros, improvisando. Espero que lo disfrutéis tanto como yo. Gracias por quedaros hasta el final, feliz fin de semana 💜💙💚💛
Trinidad
Es una mujer de 73 años. Tiene el pelo blanco con un corte a lo garçon, una nariz pequeña y ojos color miel.
Siempre sonríe enseñando sus dientes perfectos, toda su vida ha tenido una buena salud dental. Le gusta llevar los labios pintados independientemente de lo que vaya a hacer, aunque varía el color del maquillaje según la actividad que realice. Siempre lleva unos pendientes de perlas que le regaló su madre cuando le dijo que iba a casarse.
Es muy activa para su edad, le gusta ir al monte, hacer yoga, ir a bailar con sus amigas los viernes y pasar tiempo cuidando de su jardín y su huerta. Trinidad disfruta mucho de la vida y siempre lo dice, porque sabe que motivos para llorar hay de sobra... pero de reír también, y es nuestra misión buscarlos. Los malos vienen por sí solos.
No es muy buena cocinera pero le encantan las frutas y se sabe cien recetas de postres con frutas, pasteles, mermeladas y un montón de combinaciones de frutas para ensaladas. Disfruta mucho preparando recetas y llevándoselas a sus familiares, amigos y vecinos.
Es muy desordenada, siempre pierde todo, sobre todo las llaves. No le gusta ocuparse de la limpieza pero un par de veces por semana se dice: "Bueno, alguien tiene que hacerlo".
Vive sola. Tiene dos hijos, un chico y una chica. El chico se fue a trabajar a Japón y solo se ven en navidades, y la chica es profesora, se casó y tiene una hija que aún es muy pequeña.
Trinidad nunca trabajó, siempre se ocupó de la casa, de su marido y de sus hijos y fue muy feliz haciéndolo. Su marido la adoraba, decía que tenía una personalidad con encanto y unos ojos que sonreían aún más que sus labios. Él murió dos años atrás después de una larga lucha contra el cancer, pero murió tranquilo, en su casa de la mano de Trinidad. Trinidad besa la foto de su boda cada noche al acostarse y le cuenta cómo le ha ido el día, pero no es a él a quien echa de menos.
La madre de Trinidad fue una mujer severa pero cariñosa, era la típica señora de pueblo que siempre reñía a todos los niños pero a la vez les seguía con bocadillos para merendar. Se preocupaba por todo el mundo menos por ella misma.
Cuando Trinidad tenía 53 años recibió una llamada del hospital, su madre había sufrido una caída en su casa estando sola y fue atendida por sus vecinos, quienes llamaron a la ambulancia tras oír sus gritos, se había roto la cadera. Trinidad se sintió culpable por no estar con ella en aquel momento y tras la operación la trasladaron a su casa, donde Trinidad se ocupó de ella durante 10 años. Una mañana no se despertó, y Trinidad siempre lamenta no haber podido despedirse de ella. Tras un periodo de depresión se dijo a sí misma que su madre no le había educado para pasarse el día llorando en la cama. En ese momento decidió que quería morir con recuerdos de haber vivido. Esa es su filosofía de vida desde entonces.