¡Feliz viernes!
Hace solo dos días subí un post pero como sabéis he estado muy desconectada y tengo que ponerme al día, así que no voy a esperar a la semana que viene para terminar trabajos pendientes (que bastante he esperado ya).
Hoy, amigos, tenemos un nuevo Desgranando... con una nueva colaboración. Esta vez voy a hablar de un libro que me ha sorprendido bastante, porque no se parece a nada que haya leído antes. Se trata de Todos los caminos que llevan a Grecia, de Manuel Murillo de las Heras.
Hace unos meses Manuel me habló de su libro, el cual aún no se había publicado (ya está a la venta), y logró despertar curiosidad en mí. A pesar de ser joven, ha ganado bastantes premios literarios y ha sido publicado en revistas y tiene otro libro a la venta, Relatos y otros enseres de andar por casa, un cuentario.
¿Qué puedo decir sobre Todos los caminos que llevan a Grecia? Ciertamente no sé por dónde empezar. Es un libro cortito, de 213 páginas divididas en 47 capítulos, muy fácil de leer y sobre todo muy entretenido. Es un libro para activar la mente y abrirla, que se sale de la narración tradicional y rompe con las estructuras a las que los ojos están acostumbrados. Si pudiera definir en una palabra este libro, ésta sería... desconcertante.
Cada capítulo es una aventura, y creo que explicar el por qué sería menospreciar la novela. No sólo por el argumento, sino por las estructuras gramaticales (incluso estéticas) de las que hablaba antes, lo cual le da a cada capítulo una personalidad única. Sobre esto deduzco que la intención de Manuel ha sido experimentar, jugar y hacer que nos cuestionemos cada palabra que leemos, inventar recursos literarios propios pero sin un estilo definido. En definitiva, Manuel nos ha entregado a sus lectores un rompecabezas con una gran cantidad de piezas que nosotros debemos encajar.
También es imprescindible mencionar que cada detalle de la novela en sí misma, y la historia rechaza el azar y ha sido elegido específicamente con una función (también forma parte del rompecabezas).
En cuanto al lenguaje empleado por Manuel, me parece de lo más dinámico. Es capaz de alternar lo sencillo con algo más elaborado y expresiones coloquiales con otras formales además de un vocabulario bastante rico y variado, todo ello adaptándose perfectamente a cada situación y a cada personaje.
Vamos a adentrarnos un poco en la historia, y voy a hacerlo dejando un poco de lado la objetividad y siendo bastante sincera: me ha costado un poco comprender de qué trataba la novela. Tenemos una serie de personajes, en los cuales profundizamos capítulo a capítulo, y me ha resultado algo complicado encontrar una relación entre ellos (puede que tenga que ver la lentitud con la que he leído el libro 😅). Al contrario de lo que pueda parecer en primera instancia, no creo que esto sea un punto negativo. Como decía antes, el objetivo de esta obra es hacer pensar al lector, buscar pistas y unirlas.
Volviendo a los personajes, no considero que tengan unos arcos emocionales especialmente profundos, pero tampoco creo que sea importante, ya que no es ese el objetivo de la novela. No voy a extenderme hablando de ninguno porque estaría "dejándoselo mascado" a futuros lectores, pero diré que aunque no lo parezca, cada personaje es importante en la trama.
Como sabéis, mi filosofía y mi ética me impiden hacer spoilers, y para esta novela en concreto es tan difícil evitarlos que me resulta complicado continuar con la reseña. Pero ha llegado el momento de exponer mi opinión personal sobre el libro.
Una de las cosas que comenté a Manuel antes de leer su libro es que valoro más la manera en la que se cuentan las historias que éstas en sí mismas. Tenía buenas expectativas sobre Todos los caminos que llevan a Grecia a raíz de aquella conversación, y se han cumplido. Como comentaba al principio, esta obra no se parece a ninguna que haya leído, y tanto como por su estructura, sus "misterios" y su personalidad única, creo que tiene una esencia propia, un encanto único y especial que me parecen dignos de destacar.
Como punto un poco negativo, creo que hay subtramas que merecían ser más destacadas, pero supongo que el libro se hubiera alargado demasiado. Igualmente la imaginación es poderosa y el destino de cada personaje queda a disposición de cada lector. A mi la verdad es que me supo a poco.
Algo de lo que no he hablado, y es un recurso que me parece muy divertido, es que Manuel de vez en cuando rompe la cuarta pared. Es algo a lo que estamos acostumbrados en el cine pero no en la literatura, y me ha parecido valiente la manera en la que lo ha hecho, exponiendo pensamientos que yo diría que todos los escritores tenemos pero que no expresamos por escrito, y el lo hace y no desentona.
Por si no ha quedado claro, Todos los caminos que llevan a Grecia me ha gustado mucho, y creo que es una novela que puedo disfrutar leyendo más de una vez y buscando detalles ocultos que se me pasaron en mi primera lectura. Sin duda, la recomiendo.
Por último me gustaría darle las gracias a Manuel por darme esta oportunidad, ha sido tan positiva como esperaba y he disfrutado leyendo su libro.
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